Oier deja desierta la portería

La decisión estaba tomada, por causas que guardan mucha más relación con lo económico, desde el punto de vista del club, que con el rendimiento deportivo, intachable, del portero. Tal como avanzó AS el pasado 15 de junio, Oier Olazabal no seguirá en el Espanyol. El irundarra terminaba contrato pero el club perico disponía de la opción de ampliarlo un año más, y sin embargo ya le han comunicado que no ejercerán esa posibilidad.

Queda en el mercado un Oier que aterrizó en el Espanyol en enero de 2020, en plena psicosis por evitar el descenso, en un mercado de invierno en el que también llegaron Raúl de Tomás, Leandro Cabrera y Adrián Embarba. 1,5 millones abonó la entidad blanquiazul al Levante, con un salario alto para el guardameta que ahora ha sido importante en la decisión de su salida, a pesar de que estaba dispuesto a rebajarse sus emolumentos a la mitad. Solo ha disputado nueve partidos oficiales, pero el balance es difícilmente mejorable. Y no solo por sus cinco victorias, un empate y tres derrotas, sino porque ha recibido solo seis goles y acabó imbatido en cinco de esos nueve encuentros.

Situación curiosa la que presenta la portería del Espanyol, que se ha quedado en semanas sin Diego López, a quien también decidieron no renovar a pesar de haber sido titular indiscutible las últimas temporadas, y ahora también sin Oier. A la espera del fichaje de un guardameta, con Álvaro Fernández del Huesca como prioridad y el atlético Ivo Grbic entre los tanteados, también deberá tomar el club una determinación con Joan García, el canterano que había suplido a Diego en hasta cuatro ocasiones la pasada campaña. Y en la recámara se sitúa Ángel Fortuño, titular habitual con el Espanyol B.