Oficial: Luis Piñedo, el nuevo ‘Profe’ de Simeone

Ya es oficial lo que AS anunció el pasado 22 de mayo, que Luis Piñedo iba a ser el nuevo preparador físico del Atlético de Madrid. El sustituto del Profe Ortega era, hasta ahora, el encargado de esa parcela en el filial de Tevenet, que también se incorpora al cuerpo técnico de Simeone. Un desconocido para la afición del Atleti y en la alta competición pero un preparador físico muy valorado en la casa rojiblanca. Todo son halagos. Hacia su persona y su método. “Es un acierto. Va a cambiar la metodología. Con él, el Atleti se va a adaptar a los tiempos modernos”, resume el periodista Nacho Palencia, su compañero de vestuario allá por 2005 en San Cristóbal de Los Ángeles.

Nacido en Madrid en 1979 y su trayectoria como futbolista orbitó en equipos de Preferente y Regional y fue después de pasar seis meses como juvenil en el Vallecas, en Tercera, que comenzó a indagar qué había detrás de la preparación física de los equipos. Se informó, se formó y sus últimos años como futbolista, un extremo derecho que llevaba el 7 a la espalda, en casi todos sus equipos con el brazalete de capitán, los compaginó con el área física, echando una mano al entrenador que tuviese en ese momento. Ya el Loeches, el Santa Eugenia o el Villaverde. Lo primero, predicar con el ejemplo. “Estaba más fuerte que el vinagre o el café solo”, explica uno de sus compañeros de caseta en aquellos años. “Siempre estaba pendiente, muy metido en esa parcela, se le veía que le gustaba ”, lo hace Palencia. “Físicamente impoluto”, añade. Y esa palabra, “impoluto”, aparece en todos los testimonios de quienes le conocen para definirle.

“Impoluto como persona y profesional”.

“Cercano y divertido en lo personal y muy serio en el trabajo. Impoluto”.

“Muy, muy buen tío. Impoluto”.

“Tiene algo muy bueno, que conecta muy bien con la plantilla: no impone sus conceptos como una obligación, sino que va a hacer entender a los jugadores que lo necesitan, no es un dictador”. Un método palpable en el filial, recién ascendido, que no ha desentonado en una categoría como la Primera Federación. “Lo que más destaca de Luis como preparador físico es su incidencia en el por qué y el para qué de las cosas, todo lo que hace tiene un sentido: mejorar el rendimiento de cada futbolista en específico”, amplía el entrenador Óscar Fernández, que trabajó con él de 2015 a 2017, en el Atlético, cantera a la que había llegado en la 10-11 de la mano de Carlos Aguilera. El primer año compatibilizó el Infantil A con el Juvenil de primer año y, desde el segundo, al Juvenil A de Óscar Fernández cuando éste fichó por el club rojiblanco. Entrenador y preparador ascendieron juntos al filial. Allí ha permanecido Piñedo ocho años. Con su último entrenador, Tevenet, da el salto ahora al primer equipo.

Obsesionado con los pliegues y la prevención de lesiones

“En el año del Juvenil A fuimos campeones de Liga y de Copa”, recuerda Óscar Fernández con el físico de sus futbolistas como una de sus armas principales. “Nuestros chavales corrían que no paraban”. Y ahí detrás estaba Luis. Licenciado en Educación Física, un Master en Planificación y Preparación Física de alto nivel, otro en Readaptación y Recuperación de Lesiones y un MBA con una especialidad de Gestión de Entidades Deportivas. “Es muy profesional y muy metódico, obsesionado con el trabajo individualizado a través de la fuerza, que para Luis es la base y la estructura de todo, y las cargas de cada futbolista”, aduce Óscar Fernández. Y algo muy importante, muy tenido en cuenta en su salto a la élite del fútbol: “El estudio de la prevención de lesiones”. Las numerosas dolencias musculares de los últimos años han sido un tema que ha preocupado de sobre manera a Simeone. Y al propio Ortega, que se encolerizaba cuando se filtraba a la prensa alguna que se había escondido desde su departamento bajo el término “reparto de cargas”. Con el ascenso de Luis el cuerpo técnico tratará de matizarlas. Esas lesiones musculares infinitas. El parte médico de cada partido. “Los futbolistas del Atlético pedían y necesitaban un cambio”, expresa el técnico, que cuando en la 16-17 subió al filial lo hizo con Piñedo como su preparador físico. “Pondera la resistencia y la fuerza en función de lo que cada futbolista necesita y los picos y las formas en la temporada”. Y los estudios de grasa y de pliegues además de la báscula. Su método se basa en practicidad, el intento de recrear escenarios que luego el futbolista se va a encontrar en la competición. “Su principio es que todos no pueden entrenar de la misma manera. En el campo a nivel táctico sí, pero luego a nivel individual todos los estímulos deben de ser diferentes a partir del nivel de cada futbolista para, luego, a partir de ahí, cada uno de su mejor versión”, matiza.

Si la llegada de Simeone al Atlético en diciembre de 2011 lo hacía de la mano del Profe Ortega, que regresaba al club rojiblanco tras haber sido el preparador de Manzano en 2004, para revolucionar la parcela física, los años, el desgaste y las continuas lesiones musculares terminaron por romper ese binomio esta temporada en la que el técnico renovó con el club hasta 2027 y el uruguayo dice adiós cuando su método parecía estancado. Su sustituto solo podía ser alguien de la confianza máxima del argentino, un preparador que conociese bien y en cuyos métodos confiara ciegamente. El elegido es Luis Piñedo. Es salto al fútbol de élite. Quienes le conocen, no dudan. “Es un acierto absoluto”, resumen. “Un profesional tremendo”. Aunque aún está por ver si utilizará la cuesta levantada por el Profe Ortega en Los Ángeles de San Rafael. “Le gusta el trote, correr, claro, pero que tenga un sentido”, apostillan con un ojo en ésta y en julio, cuando el día 15 la plantilla del Atleti inicie su estadía allí. Luis Piñedo llega haciendo ruido, por inesperado. Y más que quiere hacer, cuando su método levante a un campeón.

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