Oda al fútbol en Castalia

El Castellón está un paso más cerca de volver a la segunda división. Está a 180 minutos de superar al Alcorcón para regresar a la categoría de plata del fútbol español. El conjunto albinegro se deshizo, en un partido épico para el recuerdo, del Deportivo de la Coruña que había ganado el encuentro de ida y que se quedó con diez jugadores para jugar la prórroga donde acabó perdiendo.

Más de 15.000 aficionados ataviados con los colores albinegros de su equipo se dieron cita en las gradas de Castalia para llevar en volandas desde antes de empezar el encuentro al Castellón. El recibimiento fue espectacular. Digno de un equipo de la élite que se jugaba algo importante. El himno cantado a capella por niños y adultos, ponía la piel de gallina. El feudo castellonense vivió anoche uno de los mejores partidos de la temporada del fútbol español. A veces no hace falta tener grandes inversores, jugaron por grandes títulos o en espectaculares escenarios. El Castellón y el Deportivo de la Coruña bridaron un espectáculo que reconcilia con el fútbol a los escépticos que dicen que ya no es como antes.

El partido tuvo de todo. Lluvia en los instantes finales. Los 120 minutos, prórroga incluida, fueron para recordar y ver una vez al año para reconciliarte con el fútbol y recordar porque este deporte es tan especial. En apenas media hora el Castellón remontó la eliminatoria con dos goles, pero pronto el Depor recortó distancia. Lo mejor estaba por llegar. Lucas Pérez desde los once metros empataba el partido y encarrilaba la eliminatoria para los gallegos. La constancia, la insistencia y la perseverancia del club de la plana hizo que el final del partido tuviera un guion escrito para no apto para los enfermos de corazón. En el minuto 89, Iago Indias se sacó de la chistera un derechazo para poner, otra vez la tablas en la eliminatoria y llevar el partido a la prórroga.

Todo iba abocado a la prórroga cuando Mackay, el portero del Depor, fue expulsado tras agredir a un jugador rival y dejó a su equipo con diez y con un penalti en contra. Todo estaba en la mano del Castellón, mejor dicho, en los pies de Pablo Hernández. El veterano jugador tomó la responsabilidad de lanzar la pena máxima. La eliminatoria estaba en esos once metros. Pablo erró el tiro y el partido fue condenado a media hora más.

Pablo Hernádez fue uno de los protagonistas del partido porque erró el penalti que podría haber evitado la prórroga dijo que “el penalti lo falla quién tira” además, recuerda que “viví un partido loco cuando estaba en el Leeds United pero me tocó perderlo ante el Derby County”.

El Depor jugaba con diez jugadores, pero, para ponerle más azúcar al partido, se adelantó en el tiempo añadido y soñaba con eliminar a un Castellón que no bajó los brazos y volvió a marcar para firmar el definitivo (4-3) que clasificaba al conjunto de La Plana ante un Deportivo que acabó llorando, viendo cómo se esfumaba el sueño del su regreso a la segunda división.