SEVILLA

Nyland, un esquiador bajo los palos

El portero del Sevilla se erigió en pieza esencial en Vallecas por sus paradas y por lanzar la contra del 1-2. Orta apostó por el noruego cuando estaba en paro. Frode Olsen lo avala.

ORJAN NYLAND

Admirador de Buffon, Neuer y Van der Sar, ahí es nada, Orjan Nyland apenas ha disfrutado del papel de portero titular desde hace más de un lustro cuando antes de lesionarse el tendón de Aquiles había vestido la camiseta del Aston Villa en 23 ocasiones. El club de Birmingham militaba entonces en la Championship, la segunda inglesa, y tras ese duro contratiempo empezó la travesía por distintos equipos (Norwich, Bournemouth, Reading y Leipzig) en la que apenas dispuso del protagonismo deseado. Además, sufrió otra dolencia en la espalda en la campaña 20-21 y parecía que el despegue demostrado en su carrera en Noruega nunca llegaría.

Hasta que este verano se puso Víctor Orta en contacto con él y está siendo uno de los jugadores que más rendimiento está ofreciendo del plantel. El director deportivo del Sevilla disponía de una amplia lista de arqueros a coste cero o baratos para suplir al irremplazable Bono y para disputarle el puesto a Dmitrovic. Charlaron por videoconferencia y al ojeador nervionense le fascinó la metodología de trabajo de Nyland en sesiones de entrenamiento individuales al estar sin equipo. José Luis Silva, entrenador de porteros del Sevilla, también se decantó por él sin dudarlo.

Abrió la temporada como suplente y en la cuarta jornada ya le había birlado la titularidad a Dmitrovic, aunque de nuevo una lesión frenó en seco su proyección y se quedó sin jugar nueve partidos ligueros. Contra el Rayo Vallecano este lunes tuvo una actuación muy destacada, no sólo por algunas intervenciones de alta nota como un potente disparo de Isi, sino también por su gran dominio con los pies. “Hacía mucho tiempo que no veía a un portero del Sevilla tener ese manejo con ambas piernas”, apuntan desde Nervión.

Ejecutó a la perfección en Vallecas el plan ideado por Quique Sánchez Flores, con Nyland aprovechando su calidad para enviar balones en largo a los atacantes sevillistas para buscar la espalda a Catena y Aridane. Así se pergeñó el segundo gol visitante, con un pase del guardameta a Ocampos, que cabeceó hacia Isaac Romero y éste dejó solo a En-Nesyri para que colocara el 1-2 en el marcador.

Nació en Volda y jugó en el Hødd y en el Molde, en zonas montañosas, de ahí su estrecha afición al esquí, que compaginó con el fútbol hasta los 14 años, y también le gusta el balonmano, otro deporte rey en su país; de estas dos disciplinas habrá extraído algunas de sus habilidades a la hora de parar y de jugar con los pies. Por la tele desde Noruega vio el partido exsevillista y compatriota, a quien le encantó la actuación de Nyland. Frode Olsen, exarquero nervionense y que desempeña labores de periodista en el Sandnesposten en una localidad cercana a su Stavanger natal y donde se retiró en el Viking, sufrió viendo a su Sevilla desde la distancia: “Nyland estuvo muy bien. Es un portero fantástico, con un golpe con el muy fuerte, directo y preciso, quizás tenga que ver su potencia con que de joven seguro que esquió mucho. Cuando empezó a jugar en Noruega, donde llevó a un equipo de Segunda (Hødd) a la final de Copa contra el Molde, ya la prensa y los entrenadores comentaban que su juego de pies era excelente, con una gran técnica y mucha potencia”, recuerda Olsen.

El exsevillista le había perdido algo la pista por su falta de minutos en Inglaterra y Alemania, pero está convencido de que en Nervión triunfará: “Es alto, físicamente muy bueno y sobre cuenta con ese factor diferencial de decidir partidos como el del Rayo, puede ganar los partidos para su equipo cuando está en forma, como ha hecho muchas veces cuando lo he visto jugar”. Desde luego, todo lo que dice Olsen lo demostró con creces Nyland, que con 33 años quiere vivir en el Sevilla una segunda juventud, en Vallecas.

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