Nuevos mimos a De Jong

El fracaso del plan táctico del Barça en Milán, especialmente en el centro del campo (Dembélé tocó el balón 59 veces más que Gavi y 32 más que Busquets), abre un nuevo escenario para Frenkie de Jong en octubre. Suplente habitual desde el principio de temporada, el holandés era uno de los futbolistas elegidos por la directiva para dejar el Barça el pasado mes de mayo. Xavi, que lo miraba de reojo desde que lo señaló en Pamplona sin citarlo explícitamente sólo un mes después de su llegada (“toca poner las pilas a todos, especialmente a jugadores que deben tener más empaque y capacidad para saber cuándo guardar el balón”), dio el visto bueno a su venta este verano, fuese quien fuese (de Carlos Soler a Bernardo Silva), su recambio.

Su salida, publicitada por el club como una necesidad económica pero que llevaba también un trasfondo deportivo (Alemany y Xavi aceptaban deshacerse de él), finalmente no se concretó. Y, después de ser colocado incluso de central impostado en pretemporada como si fuera un parche esperando su adiós (Pablo Torre jugó de interior en lugar del ex jugador del Ajax), el papel de Frenkie de Jong puede empezar a cambiar. El Barça se llevó un bofetón de realidad importante el martes en Milán. Un equipo que parecía preparado para competir con los mejores en Europa y, sobre todo, con las posiciones dobladas, fue incapaz de hacer la diferencia. Y, lo que es peor, pareció plano y físicamente desbordado en la zona media. De prescindible, De Jong pasó a ser añorado en el banquillo de Milán. Su lesión en los partidos de Nations League con la selección de Países Bajos no fue grave, pero ahora hay prisa por su reaparición. Su perfil no es tan sencillo de encontrar. Un futbolista capaz de darle dinamismo al juego, con físico para defender y atacar rompiendo líneas. Mientras Busquets, Pedri y, en menor medida Gavi, son jugadores más dotados para el juego de posición, De Jong tiene ese registro y también el de box to box, capaz de trasladar el balón de área a área.

De Jong ya sabe que el Barça le necesita. Queda por saber si el holandés aprovecha la oportunidad de demostrar que puede ser un futbolista líder, con la jerarquía que se esperaba para echarse a la espalda a un equipo incapaz de hacer circular el balón a la velocidad adecuada; y de competir físicamente. Octubre es un gran reto para que De Jong demuestre que tiene materia de líder.