No hay quien tosa a Osasuna en El Sadar

Osasuna afrontaba el partido ante el Rayo Vallecano queriendo recuperar la senda de la victoria en casa, tras haber ganado los dos primeros encuentros en su feudo y viniendo de la derrota en en el campo del Betis. Enfrente un Rayo Vallecano que quería resarcirse de la derrota ante el Mallorca.

El partido empezó con ritmo y con ocasiones para ambos equipos. Primero lo intentaron los vallecanos, después fue Moi Gómez el que la tuvo. A partir de ahí el encuentro comenzó a ser un monólogo de Osasuna. A los de Iraola les costaba salir de su área y los locales cada vez apretaban más. Primero Aimar y luego Chimy tuvieron dos ocasiones claras. Los de Arrasate controlaban totalmente el partido pese a los esfuerzos del Rayo por deshacerse de la presión de los navarros, pero mostraban un juego demasiado defensivo. Aimar se hartó de proponer juego y Torró y Moncayola contuvieron muy bien el centro del campo. La falta de definición impidió a los locales marcharse al descanso con el marcador a favor.

Nada más comenzar la segunda mitad, Jagoba tuvo que hacer un cambio obligado. Darko entró por el lesionado Torró. Y precisamente el recién incorporado quien dio un pase excepcional para que en el minuto 55, Aimar anotara el uno a cero. Pocos minutos después el Rayo reclamaba penalti de Nacho Vidal pero el VAR dejó claro que no era, aunque se pitó en primera instancia. Osasuna seguía controlando el partido. Pese a la superioridad de los navarros, en el minuto 74, Lejeune empata el partido de falta directa. El tanto supuso una importante inyección de moral para los vallecanos, que mejoraron su juego. Con el partido a punto de terminar, una magistral jugada de Abde sirvió para que Rubén García anotara el dos a uno definitivo. Los rojillos mantienen su condición de invictos en cada, donde han sumado los nueve puntos posibles.