Más polémica en el Atlético: Gil Manzano y Estrada Fernández

Álvaro Morata explotaba tras el encuentro contra el Rayo, donde Falcao empataba en el descuento con un penalti señalado con la ayuda del VAR por una mano de Giménez. “Yo personalmente ya no entiendo nada. ¿Por qué las nuestras ni se miran? Dentro del área nuestra se mira todo, incluso cuando atacamos se mira todo, revisamos todo. Cuando es para nosotros a mí me hacen un penalti claro y no van a mirarlo, está bien que digan que es una herramienta para ayudar, pero es su criterio totalmente. No sé para que vienen a darnos charlas. El otro día ni le toco, es imposible que me anulen un gol cuando ni le toco”.

Ese gol anulado al punta en San Mamés y el agarrón de Balliu cuando se disponía a cabecear en el derbi contra el Rayo fueron las gotas que colmaron el vaso de Morata. Tomó la palabra y protestó como había hecho días antes Enrique Cerezo después de sentirse agraviados en varias ocasiones este curso y casi todas con el delantero de la Selección por medio. En Mestalla, el VAR revisó una acción donde el colegiado había expulsado a Thierry Correia por su falta sobre Morata. Tras mirarlo en el televisor, la acción quedó en amarilla, pero Iturralde explicaba que estaba bien expulsado de inicio y no era una acción donde debía entrar el VAR. En San Sebastián, a Morata le anulaban su doblete por un toque previo en la mano de João Félix, pero posteriormente Sadiq marcaba tras tocar con el brazo y en este caso el VAR no llamaba al colegiado. También quedaba invalidada una acción en la que Correa quedaba mano a mano y marcaba por haber pitado una falta a favor del propio Atlético en la frontal. Y en San Mamés el delantero veía como se quedaba sin otro gol por un contacto mínimo con Yeray. Varias acciones donde el club rojiblanco entendía que el VAR corregía un acierto del árbitro de campo.

Y si el Atlético se ha quejado ya en varias ocasiones por la labor arbitral de esta temporada, la designación para el encuentro contra el Betis no ayudará para calmar las aguas. Gil Manzano será el encargado de impartir justicia. Un colegiado con un largo historial en los partidos del equipo rojiblanco. El extremeño expulsó la temporada pasada a João Félix y anteriormente a Diego Costa, con una sanción de ocho partidos tras un insulto reflejado en el acta o a Gabi en un partido de Copa también marcado por la polémica, donde el Barcelona había iniciado la jugada del 2-3 en una acción en la que Jordi Alba evitaba un gol del Atlético con la mano. También, con el Atlético jugándose el título de Liga 2020-21 en Sevilla, no se decretó una mano de Ocampos que inició el tanto con el que el equipo sevillista apretó la clasificación. Y si Gil Manzano es posiblemente el árbitro más polémico y señalado en el Atlético, tendrá la colaboración desde el VAR de Estrada Fernández... colegiado que el pasado sábado llamó a Figueroa Vázquez para analizar la jugada de Morata y anularle el gol que abría el marcador contra el Athletic. Más polémica para un Atlético que ya ha levantado la voz en varias ocasiones contra los arbitrajes de esta temporada.