Lunin lanza otro guante

Dar que hablar, sin hablar. Tan simple y tan complejo. Es la rutina de Lunin, un portero que podrá gustar más o menos, pero en un lustro no ha protagonizado una sola polémica. Desde Valdebebas le definen como un chico discreto, poco hablador y muy trabajador. La palabra más repetida, un “profesional”. Han sido años a la sombra de Courtois, asumiendo sin apenas resignación la utopía de sentar al belga; pero ahora, con Kepa, el asunto es diferente. Siente que puede ser titular y sus últimas actuaciones lo refuerzan. Como poco, abren un debate. “En la portería siempre existirá debate. Hay competencia y toca elegir”, dijo Ancelotti, mesurado. Pero sabedor de que el pulso está reñido.

Está siendo una temporada extraña para Andriy: sólo ha jugado cuatro partidos de 17. Disputó las dos primeras jornadas, con Kepa aún demasiado ‘verde’ (en la primera no estaba fichado y en la segunda, llevaba cuatro días en plantilla), pero a partir de ahí, banquillo. Desapareció. Y eso que en San Mamés firmó una meritoria portería a cero y en Almería únicamente encajó por el despiste generalizado del minuto 2. No fue suficiente. Con Kepa ya integrado, sorpasso en la portería. Y desde entonces, hasta su lesión, no ha habido debate. Pero todo cambió en el calentamiento del Real Madrid-Braga.

Kepa saltó al césped del Bernabéu y calentando... pinchazo. Sufrió una rotura en el aductor derecho, con amargo parte médico: tres semanas de baja y sin parón con España. Esa semana sin Liga, precisamente, ha privado a Lunin de poder disfrutar de más oportunidades, pero el de Ondárroa no llega a tiempo para el Nuevo Mirandilla y la portería volverá a ser para Lunin, reforzado por sus últimas actuaciones. Firmó un partidazo ante el Braga (parando un penalti que Artur Jorge, técnico rival señaló: “Si lo llegamos a meter...”) y cumplió con nota ante el Valencia, herido por un gol en los minutos finales que no empaña su actuación. En la afición hay debate. Y tanto Lunin, como Kepa y Ancelotti, lo saben.

Cara a cara

Lo cierto es los números favorecen a Lunin, como refleja la radiografía de BeSoccer. Hace más paradas, tiene mejor porcentaje (87,5%, por un 74% de Kepa), gana con creces en las salidas por alto y tumba los registros del español en materia de salida de balón, firmando un espectacular 96,4% de acierto en pases y 80% en pases largos. Sus cuatro partidos, a nivel individual, han sido muy buenos y disparan las cifras. Pero en este deporte no todo son los números y si no, que se lo digan a Carletto, que se siente más seguro con el de Ondárroa bajo palos.

De vuelta a Cádiz

Lunin, sin saber si este será su último partido (Kepa tiene opciones de ya estar ante el Nápoles), jugará donde firmó su primera gran actuación con el Madrid. El ucraniano vivió su primer partido de Liga, de blanco, 1.416 días después de firmar el contrato (del 22 de junio de 2018, al 8 de mayo de 2022): un derbi en el Metropolitano saldado con derrota (1-0). Pero dos jornadas después repitió en Cádiz y brilló, parando un penalti a Negredo. Desde entonces y hasta esta temporada, sólo había vuelto a jugar siete partidos de Liga. Lleva años aprendiendo a gestionar la dureza de la suplencia. Pero siente que eso se ha acabado. Que puede ser titular por delante de Kepa. Y quiere demostrarlo.

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