Uche brilla en la lidia madrileña

El número de faltas cometidas en el partido alcanzó la cifra de 34. No hubo ningún gol. El resumen perfecto del empate a cero entre Getafe y Rayo. Hubo pugna, hubo mucho trabajo, pero a los dos equipos les faltó fútbol y pulmones para imponerse en una jornada que poco tuvo de comienzo.

Le pese a quien le pese, los partidos entre Getafe y Rayo han adquirido una rivalidad especial con el paso de las temporadas. Está en juego ser el tercer equipo de la Comunidad de Madrid. Ese honor, de momento, lo ostenta el Getafe. Los azulones ocupan el puesto 21 de la clasificación histórica de Primera. Los rayistas, el 23.

Con mucho más que tres puntos en juego, los protagonistas dejaron lo de tomarse las medidas para otros y se lanzaron de cabeza al choque y la lucha. Tal fue la energía puesta en la lidia que ninguno se impuso con el balón y, mucho menos, metió el miedo en el rival. Trejo, en una buena cabalgada de Nteka cuando corría el minuto 22′, y Sola, en un cabezazo primero y una jugada maradoniana después, intentaron poner algún gol en el marcador.

Porfía hasta los últimos minutos del primer tiempo donde el Rayo se desmelenó liderados por De Frutos, que pinta a que justificará esta temporada el esfuerzo económico del Rayo por él el pasado verano. No hubo suerte para los visitantes.

El segundo tiempo empezó con un déjà vu: un gol de la sensación Uche, mediocentro defensivo con alma y posición de nueve. El nigeriano saltó más que nadie al corner botado por Luis Milla y su cabezazo se marchó por centímetros. Los jugadores del Getafe, que a falta de compañeros nuevos, están doblando y triplicando posiciones hicieron suyo el duelo. Juan Iglesias, por ejemplo, se vistió de extremo regateador y rozó el gol en el 58′ tras superar con un túnel a Pacha Espino.

Iñigo intentó agitar a su Rayo con la entrada de Isi, Álvaro y el medallista olímpico Sergio Camello. Sin embargo, los pupilos de Bordalás supieron dejar en nada el talento puesto sobre el campo por el técnico visitante.