¡Locura y drama en Almería!

Almería y Granada ofrecieron todo su repertorio de virtudes y miserias en un partido loco, dramático y plagado de goles. Ramazani y Luis Suárez fabricaron tres goles en cinco minutos antes del descanso, pero el Granada logró levantar el partido en la segunda parte a lomos de Bryan Zaragoza y gracias a la aparición de Uzuni, que firmó el 3-3 con una brillante definición.

El encuentro entró en la locura en el minuto 41 y no dejaron de suceder cosas hasta el 102′. Los dos postes en el descuento, uno por equipo, dejaron en ambos bandos un sabor agridulce. Especialmente en el Almería, que se fue al intermedio con un 3-0 después de tres asistencias de Ramazani y tres goles de Luis Suárez que rubricaron en 5 minutos y 23 segundos uno de los hat-tricks más rápidos de la historia del fútbol español.

Dos de los tres goles llegaron tras pérdidas muy inocentes de Gumbau y Puertas. El otro fue fruto de la genialidad del extremo belga, que sorteó con mucha clase a Sergio Ruiz y se lo sirvió en bandeja al colombiano.

Hasta entonces había sido mejor el Granada, que tiene un filón en Bryan Zaragoza. Casi todo el juego de ataque nazarí pasa por el extremo malagueño, incontenible para la zaga almeriense y que fue capaz de generar varias ocasiones de peligro. Luego el equipo de Paco López se inmoló, acumuló seis minutos de despropósitos defensivos y se fue al descanso en la lona.

Sin embargo, tiró de orgullo y encontró algo de luz desde el punto de penalti. Puertas falló el primero y Bryan Zaragoza generó y marcó una segunda pena máxima ocho minutos después. Ahí se encendió la mecha visitante. Tres minutos después marcó Ricard y el “¡Sí se puede!” de la afición nazarí se convirtió en un cántico atronador que disparó a los nazaríes.

Al Almería le temblaron las piernas y el Granada consumó la machada tras un mal balance defensivo rojiblanco. Boyé peinó un envío largo de Miguel Rubio, Akieme tiró mal el fuera de juego y Uzuni la puso en la escuadra.

De ahí al final, el partido entró en una ruleta rusa donde se sucedieron las ocasiones y los postes, uno de Arribas para el Almería y otro de Álvaro Fernández para el Granada.

Al encuentro no le faltó de nada y también tuvo su ración notable de infortunio. El goleador y MVP de la tarde, Luis Suárez, se marchó del partido en camilla y directo al hospital sin poder apoyar su pie izquierdo y haciendo temer por una grave lesión al club y a la afición almeriense.

Almería y Granada continúan como colistas, empiezan a vivir el día a día con cierto dramatismo y necesitaban desquitarse con una victoria que también se les resistió esta vez. El 3-3 final deja más secuelas en el bando local, que aún no ha ganado, está sin técnico (el interino Lasarte no se sentará el próximo fin de semana) y puede perder a su hombre-gol para muchas semanas.