Real Madrid

Lío monumental con el ‘SkyBar’

Un doble incumplimiento de contrato tiene todo parado desde hace meses. El club, en cólera, prepara la vía judicial. Debía generar unos 15M€ al año.

Madrid

Un bar-restaurante en lo más alto del Bernabéu. Una discoteca por las noches; un espacio de actos de empresas entre semana. Un salón de lujo (700 metros cuadrados) con vistas al campo y salida a una doble terraza con panorámica de Madrid. Espectacular. Un Titanic. Gigantesco, precioso. Pero que también ha topado con un iceberg. El SkyBarlleva meses parado y el lío ya ha pasado de castaño oscuro. Es de los grandes. Y se resume en que la empresa encargada de la explotación no ha cumplido ni con los plazos, ni con el presupuesto. Excediéndose en ambas. Y provocando que los proveedores, que adelantaron mucho dinero, no acepten firmar nada ni poner en marcha su parte, hasta que les sea devuelto. Ahí arrancó un laberinto que ha acabado con un cambio de empresa... y un segundo fracaso. Y ahora, asoma la vía judicial. Porque el Madrid, infinitamente más víctima que culpable –pero con una parte de responsabilidad– no aguanta más. Ha entrado en cólera. Y la escalada es imparable.

Fotorrelato

El tema es complejo, así que trataremos de resumirlo. La responsabilidad del Real Madrid, si así se considera, reside en confiar el espacio a una empresa de dudosa capacidad para liderar un proyecto de esta envergadura. La decisión de la adjudicación fue extraña. Y ha terminado saliendo como se podía prever: muy mal. Se trata de Anastia Gourmet Hostelería (cuya administración corría a cargo de quien fuera propietario de la cadena de cafeterías Vait, ya desaparecida). Una sociedad casi nueva, con un capital social de apenas 3.000€ y sin credencial alguna que avalar una solvencia profesional o económica. Pues el club puso en sus manos este timón. Por poner en perspectiva el proyecto: el club presupuestó la explotación del ‘SkyBar’ en unos 15M€ anuales. Era una gallina de huevos de oro. Y sólo había una condición: todo debía estar listo para diciembre de 2023. Pero aquí empezaron los problemas.

El 'SkyBar' del Santiago Bernabéu.

Lentitud e impagos

Primero, las fechas. Retrasos, retrasos y retrasos. El Madrid acabó abriendo la mano: que esté para el Clásico (21 de abril). Pero tampoco. Y volvió a abrir la mano: la última jornada, ante el Betis (despedida de Kroos), con vistas a que pudiese explotarse unos días después en los conciertos de Taylor Swift. Agua de nuevo. ¿Por qué? Pues porque Anastia Gourmet no fue rápida en la decoración del espacio (su construcción depende del club y esa parte se cumplió, pero su adecentación corresponde a la empresa encargada de la explotación; como un piso sin amueblar). Y más. Anastia también se pasó de presupuesto e incurrió en unos impagos que enfurecieron a los proveedores. Los gastos de la empresa se elevaron hasta los siete millones, cuando se estimaban unos cuatro (la alegación es que las estrictas medidas de seguridad, eléctricas y de telecomunicaciones obligaban a ello). Y de ese dinero, comenzaron las deudas. Y la sensación de estafa.

Mi dinero... y vemos

Esa es la palabra: estafa. Gigantes como Heineken o Schweppes habían dado un paso al frente, poniendo más de un millón de euros para ayudar a la puesta en marcha del espacio. Confiando. Pero, como todos, fueron espectadores de un proyecto que no estuvo en diciembre, tampoco en abril y tampoco en mayo. Que no arrancaba. E iban meses de no ingresar, cuando se contaba con ello. El asunto llegó a un punto delicado: estas empresas anunciaron que no pondrían en marcha su parte en la explotación, hasta que sus adelantos fuesen devueltos. Había florecido la desconfianza. Y explotado una bomba. Porque Anastia no devolvió ese dinero y fue poco a poco hundiéndose... hasta agosto. En concreto, el día 22. Cuando el grupo García-Delgado, con sede en Jerez, adquirió su 51% y pasó a liderar el proyecto, con grandes promesas. Pero también incumplidas.

El Madrid suspiró. Ellos lo arreglarán y esto por fin arrancará, pensó. Pero nada. García-Delgado prometió poner sobre la mesa seis millones de euros, en menos de 30 días. Con ese dinero se pagaría a los proveedores y la maquinaría comenzaría a funcionar. Pero a día de hoy, ninguno de esos pagos se ha producido. Heineken y Schweppes, como otras grandes empresas que adelantaron su dinero, siguen sin verlo de vuelta. Y se niegan a comenzar la explotación, claro. Firmes en su postura. Así que el ‘SkyBar’ continúa parado. Construido y listo para ejercer, pero sin movimiento. Sin licencia de trabajo. Nada.

El 'SkyBar' del Santiago Bernabéu.

Una ‘subasta’ colmó el vaso

Pero falta un capítulo determinante. El grupo García-Delgado, presuntamente, habría sido ‘pillado’ sometiendo el ‘SkyBar’ a una especie de subasta con terceros, con el objetivo de alejarse de este laberinto y, a la vez, irse con dinero. Un movimiento que encendió definitivamente al Real Madrid. Entró en cólera. Y ha elevado la temperatura de todo sustancialmente. El club activó sus servicios jurídicos y solicitó la entrega voluntaria del espacio, además de comunicar la resolución del contrato, prohibiendo a los responsables de la empresa acceder al Bernabéu. Golpe sobre la mesa. Hasta aquí. Pero con respuesta: Anastia puso en marcha una demanda al Real Madrid de más de 15 millones por impedirle explotar un espacio que es suyo. Pese a todo, pese a tanto. Y mientras, los proveedores mantienen que no van a firmar nada sin ver su dinero devuelto. Y sin esas firmas, no hay licencia de apertura. Así que casi nada. Lío monumental. Y camino a los tribunales.

Se busca comprador

Más allá de cómo acabe el asunto, el Real Madrid ya sondea posibles compradores del espacio, tocando esta vez la puerta de gigantes del sector. De los errores se aprende. Se han producido conversaciones con Eduardo Beaven, inversor mexicano propietario de La Rosa Negra (en Madrid abrió el Chambao); mientras que los dueños de El Paraguas, el principal grupo de restauración de Madrid (Ten con Ten, Ultramarinos Quintín, Amazónico, Arde o Numa Pompilio), descartaron el proyecto al considerar que nunca sería rentable. Se trata de una información que adelantó El Confidencial y ha podido confirmar AS. Pero este periódico también puede confirmar que hay empresas interesadas en el ‘SkyBar’, que no será excesivamente complicado encontrar un sucesor. Pero en quién confiar, esa es la cuestión. Mientras se zanja la segunda, asoma la tercera.

Arriba, el 'SkyBar'.JAVIER GANDULDiarioAS

Luces apagadas

El Madrid busca culpables internamente, asumiendo su parte de la responsabilidad: haberle confiado este proyecto a una empresa que no ofrecía garantías ni profesionales, ni económicas. Pero ya no hay marcha atrás en este sentido. Sólo queda solucionar la vía legal y confiar en una nueva empresa. Que pague a los proveedores, asumiendo esa parte de la deuda y comience a liderar el espacio. Así terminaría un nuevo escollo en el nuevo Bernabéu, sacudido por los contratiempos: ruido de los conciertos, los problemas en la licencia del parking y, ahora, el ‘SkyBar’. La obra contó con un presupuesto inicial de 575 millones, pero todo se ha disparado ya hasta los 1.200. Demasiados contratiempos. Por eso urge comenzar a explotar espacios. A recibir ingresos. Como este, que debía dar unos 15 millones por año, según estimaciones del club. Por ahora, parado. Ni bar, ni restaurante, ni discoteca, ni espacio de actos de empresa. Nada. Si van al Bernabéu y miran a lo más alto, lo verán; pero apagado. Un Titanic que también ha topado con un iceberg. Otro obstáculo en el Bernabéu.

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