Lazo, con “un poquito de suerte”

Se lo miraba dos veces, como quien ha visto un espejismo. O un OVNI. Acaso eso, un objeto volante no identificado, fue lo que se introdujo en la portería de Predrag Rajkovic por mucho que lo que salió de los pies de José Carlos Lazo no fue un remate sino un centro al área. Cuando el meta creía que el esférico se marchaba fuera, sin peligro. Pero fue gol. O mucho más. Porque su autor se echó las manos a la cara, sincero, como frotándose los ojos para acabar de creérselo.

Una fecha tan simbólica para el Espanyol como el aniversario de su fundación, 28 de octubre, quedará grabada también en el calendario vital de Lazo como la de su primer gol en Primera División. Y en la del conjunto perico como la del día en que la suerte, tan esquiva como le venía siendo en el primer tramo de Liga, la mayoría de veces por errores propios, le devolvió algunos agravios. Por ese empate fruto de la casualidad de un centro que se envenenó y, minutos después, por el desatino del árbitro y del VAR en un penalti bastante claro a favor del Mallorca.

“Tuve un poquito de suerte”, reconoció Lazo en los micrófonos de Movistar LaLiga, “pero hay que meter el balón al área”, justificaba. “Estoy contento por el grupo, por el trabajo que se hace los 100 minutos que dura el partido. Estoy feliz”, remachaba el atacante, quien ha ido disfrutando de pequeñas dosis de fútbol en Primera hasta su debut goleador. Se estrenó en la primera jornada, aún como jugador del Almería y contra el Real Madrid, y ya en el Espanyol había participado en cinco encuentros, y 80 minutos, hasta este viernes en Son Moix.

A sus 26 años, lo siguiente para Lazo es trazar una carrera en la máxima categoría igual de sólida que la que encadenó en Segunda entre el Lugo y el propio Almería. Con 138 partidos y 26 goles. Con solo una derrota en los 23 encuentros en que marcó. “Está siendo un poco jodido, porque trabajamos mucho toda la semana pero nos está costando. Pero confío en el equipo y llegarán los resultados”, proclamó.