LALIGA

Las claves del rompecabezas salarial para fichar en LaLiga

La norma complica la inscripción de nuevos jugadores con el fin de que los clubes sean solventes económicamente y no gasten más de lo que ingresan. El Atlético recurrió a una ampliación de capital. El Barça sufre.

NurPhotoNurPhoto via Getty Images

El límite salarial y sus entresijos siguen siendo un galimatías para la mayoría de aficionados. ¿Cómo ha sido capaz de gastar tanto el Atlético? ¿Por qué le cuesta tanto al Barcelona? Los protocolos del control económico siguen siendo casi indescifrables pese a que lleva más de diez años vigente. Más en un verano como este, en el que los clubes españoles han vuelto a sacar la cartera. Se han invertido 519 millones de euros en fichajes, faltando todavía cinco días para que se cierre este mercado, casi la misma cantidad de gasto que se realizó la pasada temporada en Primera en verano e invierno. Los clubes recuperan su capacidad de inversión, pero los malabares para inscribirlos en LaLiga siguen vigentes.

Las ampliaciones de capital

La norma para elaborar el límite salarial tiene muchos recovecos. Varios de ellos se pueden explicar con el Atlético de Madrid y sus movimientos de este verano. Es el club que más ha apostado por reforzar su plantilla de cara a la nueva temporada. Una de las claves está en el movimiento que realizó en junio: una ampliación de capital de 70,7 M€. Una operación que ahora tiene más relevancia que hace un año a la hora de fichar. En noviembre de 2023 los clubes de Primera y Segunda decidieron estimular la llegada de nuevos jugadores y una de las remodelaciones del control económico fue en este punto. Antes, los equipos con mejor situación económica (los categorizados en el Grupo A) solo podían destinar el 80% de la ampliación de capital a mejorar el límite salarial y ese dinero debía trocearse en cuatro temporadas. Mientras que ahora se permite invertir el 100% en la masa salarial y se reduce a dos años. Usando de ejemplo los 70,7 M€ del Atlético, antes solo podrían haber gastado 14 M€ por temporada durante cuatro años; mientras que ahora, el Atlético puede usar 35,35 M€ este curso y otros 35,35 el siguiente para fichar (aunque también podría destinar parte al proyecto de la futura Ciudad del Deporte que están construyendo). Los equipos con peor ratio económico, en categoría B o C, solo podrá invertir el 90% o 70% de su ampliación de capital en su límite salarial.

¿Cómo contabilizan los traspasos en el límite salarial?

Este es uno de los puntos más básicos a la hora de calcular el límite salarial, pero que muchos aficionados siguen sin conocer. El coste de un fichaje no se computa de golpe en el tope de cada equipo, sino que el impacto se reparte entre todas las temporadas por las que firma. Concepto que se conoce como amortización. Por ejemplo, si un jugador que ha costado 10 M€ firma por cinco campañas, cada temporada ocupará 2 M€ en el límite salarial más lo que tenga de sueldo.

En cuanto a las salidas, hay que tener en cuenta varias conceptos. El primero es diferenciar el precio de un traspaso y la plusvalía. Pongamos de ejemplo a Samu Omorodion. La temporada pasada lo fichó el Atlético por 6 M€ y firmó por cinco temporadas, dejando una amortización cercana a los 1,2 M€ por curso para el límite salarial. Lo que dejaba un impacto por asumir de 4,8 M€. Ahora que ha sido traspasado por 15 M€, ha dejado de plusvalía 10,2 M€. Lo que muestra una fotografía muy exacta de la diferencia entre precio (15 M€) y plusvalía (10,2 M€).

Ahora bien, esas plusvalías por la venta de jugadores no permite aumentar el tope salarial de cada equipo en todos los casos. A la hora de calcular los límites se tiene en cuenta que cada club va a vender futbolistas por la media de los beneficios de traspasos de las últimas tres campañas. Una vez lograda la salida de jugadores por esa cantidad, ya se podrá ir aumentando el límite con las nuevas plusvalías. Es decir, un equipo que de media tenga unos beneficios de traspasos por 50 M€, si logra 60 M€ en plusvalías por venta de jugadores, aumentará 10 M€ su límite salarial. Aunque puede suceder lo contrario, haber vendido por menos y no poder aumentar el tope. Lo que deja en ocasiones la situación de tener dinero en caja pero no margen en el límite para gastarlo.

La diferencia entre Lenglet y Hancko para el Atlético

Hay más de un aficionado rojiblanco que se pregunta por qué el Atlético no ha fichado a Hancko para reforzar la defensa en vez de a Lenglet cuando el equipo acaba de realizar una serie de salidas. Como son las ventas de João Félix o Samu Omorodion y el ahorro de salarios de otros futbolistas. Con parte de la teoría anteriormente explicada se muestra más fácilmente los motivos. Aunque hay que hacer un repaso de todos los movimientos realizados. Lo primero cabe destacar la gran inversión realizada por el Atlético este verano: 183 M€ en Julián Alvarez (75 M€ en fijos), Gallagher (42), Le Normand (34,5) y Sorloth (32). Jugadores por los que tendrá que afrontar una amortización esta temporada cercana a los 35,8 M€. Cifra similar a lo que el Atlético ha logrado por su ampliación de capital. Lo que demuestra que sin ese esfuerzo de sus accionistas, esta cantidad y nivel de refuerzos hubiera sido imposible.

Por otro lado, la venta de jugadores realizada por el Atlético tampoco mejora el límite salarial, permite ir cumpliendo lo presupuestado. La media de traspasos de las últimas tres temporadas ronda los 50 M€, lo que dejaría su beneficio en una cantidad algo inferior. Supongamos que cerca de 40 M€. Cantidad a la que se acercan con la venta de Samu Omorodion (15 M€, pero solo 10,2 M€ de plusvalías), Morata (13) y Söyüncü (8,5). Teniendo en cuenta que la venta de João Félix al Chelsea, por unos 50 M€, apenas aportará dinero a ese bote pero sí servirá para limpiar las amortizaciones todavía pendientes de su traspaso. De ahí, que doliera tanto que el traspaso de Samu al Chelsea por unos 42 millones de euros se cayera. Porque esa plusvalía hubiera servido al Atlético cubrir la parte de ingresos presupuestada por beneficios de traspaso y aumentar su límite salarial.

Con la fuerte inversión del Atlético en fichajes y viendo que las ventas apenas dan para cubrir lo presupuestado y los salarios que van a tener las nuevas incorporaciones, dejan la fotografía de un equipo que no tiene mucho más margen de maniobra para hacer incorporaciones. De ahí, que aunque gustase Hancko para reforzar la plantilla, se apueste al final por Lenglet, pese a que puede que cobrasen lo mismo. El francés ya es oficial que llega cedido, mientras que el eslovaco habría costado unos 30 millones. Esto deja una clara diferencia: a Lenglet solo hay que hacerle hueco en el límite salarial para su salario, que podría oscilar en los tres millones, mientras que para Hancko habría que liberar 5 M€ de amortización por temporada y su salario (supongamos que sobre 3 M€). Lo que equivaldría a 8 M€. Una cantidad muy elevada para un equipo que ya ha hecho una fuerte inversión y que está en el terreno del exceso en su límite, lo que conlleva normas más restrictivas.

Exceso en el límite salarial

Este concepto ya forma parte del vocabulario del fútbol, sobre todo por la situación que vive el Barcelona en las últimas temporadas. Un terreno en el que vive inmerso y temporada a temporada sufre para tratar salir de él. Estar excedido en el límite significa que un club gasta más en salarios de lo que debe para ser solvente económicamente. Esto supone que LaLiga restrinja la inscripción de nuevos jugadores. Es decir, un club puede gastar en comprar futbolistas todo lo que quiera, pero si no está cumpliendo las normas financieras de ser sostenible no le va a permitir que juegue en Liga.

Cuando se da esta situación, LaLiga tiene establecido que solo permitirá inscribir a esos nuevos jugadores a cambio de que haga ese esfuerzo económico para estabilizar sus cuentas. O trae más ingresos por patrocinios o vende jugadores. La actual norma establece que si un club excedido logra liberar masa salarial vendiendo o cediendo a un jugador, le permitirá gastar un 60% de lo ahorrado o un 70% si se trata de un jugador franquicia. Trasladándolo a un ejemplo. Gündogan en el Barcelona podría cobrar cerca de 10 M€. Pero como el equipo está excedido, solo pueden utilizar 7 M€ para inscribir a nuevos jugadores. Aunque una cifra muy baja para dejar hueco en el límite salarial a Dani Olmo, quien solo en amortización de fichaje ocupa 9 M€... Y eso que falta por añadir el salario.

Esta radiografía deja al Barcelona en una situación muy compleja. Fuentes conocedoras de la salud económica de los azulgrana presagiaban que estos malabares iban a acabarse para este verano. Pero la tardanza en firmar el contrato con Nike ha llevado que el Barcelona, un año más, esté siendo protagonista por fichar, pero por sufrir para inscribirlos.

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