La Coma, una peña de barrio con solera
También en los barrios de las grandes urbes los aficionados blancos defienden a su amado Real Madrid de forma fiel e incondicional. Así se fundó hace 50 años la peña radicada en el madrileño barrio de Lacoma.
Las peñas madridistas no sólo se ubican en los pueblos, en las pequeñas aldeas o en las ciudades de la piel de toro. También en los barrios de las grandes urbes decidieron en su día unir sus voluntades merengues para formalizar una agrupación que defendiera a su amado Real Madrid de forma fiel e incondicional. Así es como hace 50 años se fundó esta veterana peña vikinga en el barrio de Lacoma.
El nombre viene como homenaje a Margarita Lacoma, una empresaria española (nacida en Navalcarnero a principios del siglo pasado y fallecida en 1976), primero dedicada al mundo de la moda y después al inmobiliario. Fue la promotora de la colonia de viviendas Lacoma de Madrid, ubicada en los márgenes de la llamada Carretera de la Playa (después llamada avenida del Cardenal Herrera Oria), donde facilitó la creación de viviendas para la gente con menor poder adquisitivo, generando un barrio humilde, trabajador y con mucha vida social.
En el número 245 de esa avenida se ubicó el bar que sirve de sede social de la peña, que disfruta de sus Bodas de Oro con mucha salud y bastante energía. La que destila el presidente, Manuel Boo, la infatigable Raquel Vega Sanseroni, una vicepresidenta hiperactiva que lleva la comunicación del grupo, y no me olvido de José Luis Pardo Boal, madridista irreductible capaz de venderte un saco de arena en el desierto. Su espíritu aventurero contagia a una peña feliz que sueña con un Madrid que luche por la 15 y por conquistar la Liga 36.
Así me lo trasladaron en la comida organizada con la directiva en la Arrocería Al Alba, donde Raúl Bayón, otro madridista por cuyas venas solo corre sangre blanca, vaticinó un gran año “con Mbappé o sin Mbappé”. Di que sí, amigo.