Kubo se hace a la idea
La intención del japonés era ser parte de la plantilla el próximo curso, pero el retraso en la nacionalización de Vinicius le deja sin sitio. La Real lo intentará por tercera vez.
Take Kubo ya se va haciendo a la idea de que, un año más, no podrá ser parte de la primera plantilla del Real Madrid. El japonés de 21 años, que llegó al Real Madrid en 2019, ha pasado sus tres temporadas con contrato de blanco de cesión en cesión. Su idea para este curso 2022-23 que se aproxima era probar suerte en el primer equipo, consciente de que su rol inicial sería el de suplente que puede entrar en la rotación, pero con ganas de aprender entrenando todos los días con los mejores. Sin embargo, un embrollo burocrático le fuerza a un nuevo préstamo.
La nacionalización de Vinicius, que arrancó en 2020, cuando el brasileño cumplió dos años como residente en España, sigue parada. La idea era que hubiese estado lista ya para este curso que acaba de terminar, pero la pandemia provocó un atasco en la gestión que se sigue sintiendo. En el Real Madrid dan por sentado que el papeleo no llegará a buen término hasta 2023, por lo que las tres plazas de extracomunitarios del Madrid siguen ocupadas por Vinicius, Militao y Rodrygo; los dos últimos también tienen iniciado el trámite, pero lo hicieron un año más tarde que Vinicius, por lo que el retraso en ambos casos será aún mayor.
En el caso de Kubo, la nacionalización no es una opción: para los japoneses, el tiempo de residencia en España de forma ininterrumpida para poder optar a la ciudadanía es de 10 años, de los cuales Kubo apenas lleva tres. El nipón requiere una plaza de extracomunitario y actualmente no hay ninguna disponible, lo que ha generado cierta frustración en el extremo, si bien es una rabia bien entendida: sabe que es un problema burocrático en el cual el Madrid no tiene culpa ninguna, es un golpe de mala suerte que le condena a una nueva cesión.
La Real sigue detrás de Kubo
Eso sí, en este caso el Madrid quiere para Kubo un préstamo a un equipo de mayor nivel, para empezar a probarle en retos de mayor calado y, además, para que entre en un equipo de corte más atacante y de posesión, esquemas en los que es mucho más probable que el japonés encaje con facilidad. Tras su primer curso de cesión en el Mallorca, que se saldó de forma bastante notable, ya se intentó encajar a Kubo en un equipo de la parte alta de la tabla con su cesión al Villarreal. Sin embargo, apenas contó con oportunidades; Emery nunca llevó a término las palabras que trasladó al jugador sobre el rol que pensaba darle, pues acabó contando con otros jugadores de la cantera, como Yeremi Pino.
Ahora llega otro intento de vestir de txuri-urdin a Takefusa Kubo, el jugador del Real Madrid por el que la Real Sociedad negoció hace dos veranos y acabó en el Villarreal, y también hace un año, pero se decantó por el Real Mallorca. El jugador japonés es un viejo deseo del Director de Fútbol del club donostiarra, que siempre ha confiado en su nivel y en su progresión, así que ha vuelto a preguntar por su situación a la entidad que preside Florentino Pérez y a los agentes del futbolista nipón, que busca una salida al complicado momento por el que atraviesa.
Será la tercera vez que la Real Sociedad se interesa en un mercado de fichajes de verano por Kubo y que intenta reclutarlo para el club donostiarra. Roberto Olabe sigue confiando mucho en su nivel, en su progresión y en su futuro, convencido de que acabará explotando y siendo un gran futbolista.