João Félix acaba su primer día con una tensa charla con Andrea Berta

Simeone siempre repite un mantra: el sitio en el Atlético se gana en los entrenamientos, de ahí su insistencia a lo largo de todos estos años en Lemar, uno de los más destacados siempre en el día a día. Pues en la segunda sesión del equipo rojiblanco en su estadía en Los Ángeles de San Rafael, la de tarde en el campo de fútbol, ese fue João Félix, que destacó con un golazo y terminó con una charla con Andrea Berta, director deportivo, cuando los jugadores se retiraban al autobús, con el portugués haciendo aspavientos con los brazos.

Su futuro se dirimirá en las próximas semanas. Un futuro que desea lejos del Atlético pero al que ha tenido que regresar, sin dorsal, que el club le ha devuelto a Griezmann el 7, y sin ofertas en firme. Si por la mañana la tensión entre ambos se leía en sus gestos, la boca contrita del portugués, la cabeza baja y el rostro serio, la falta de un cariño por parte del entrenador, un saludo, un algo más allá de la frialdad, que no hubo de manera pública. Se cruzaron poco pero, cuando lo hicieron, la tensión era tan densa entre ellos que cortaba. Por la tarde, mientras, asomó un João de nuevo muy serio pero ya más mezclado con los demás, con Lodi, con Lino.

Si el Cholo, como por la mañana, dividía al grupo en dos grupos: por un lado teóricos titulares, con defensa de cinco (Nahuel, Savic, Witsel, Hermoso y Lino en lugar de Carrasco, que trabajó al margen con Giménez), Saúl por delante de Llorente en un centro del campo con De Paul y Koke y Correa siempre como compañero de Griezmann arriba; por otro, los canteranos, los nuevos (Azpilicueta, Soyüncü, Galán y Mouriño) y jugadores que no cuentan o cuentan más bien para salir: Lodi, Lemar y João Félix. Cuando en la sesión el balón comenzó a rodar y el técnico trabajó por líneas el ataque y la defensa a medio campo, al portugués se examinó por dos veces en el grupo que estaba a los pies del Cholo. Y en ambas sacó sobresaliente. Porque João Félix tiene uno de esos pies que hacen pensar a la pelota, que cambian su rumbo cuando rozan una, siempre mejorándola. Con facilidad se arrancaba rivales de encima, con facilidad provocó un ‘ohhh’ entre la veintena de aficionados que observaban la sesión al otro lado de la valla, con un golazo de rosca marca de la casa, de un jugador de su talento.

Charla tensa con Berta

Si Oblak asomó al campo al inicio, con Óscar Pitillas y aún piano, piano, Giménez realizó la primera parte de la sesión con el grupo y es, de los lesionados y tocados, el que más cerca está de volver. Reinildo y Memphis no asomaron por el campo, ni por el de abajo, donde trabajaba el Atleti, ni en el de arriba, ocupado por la selección femenina Sub-18 de Suecia, que llegó esta mañana para trabajar también en Los Ángeles de San Rafael y alojadas en el Hotel Sierra Segovia. El susto lo dio Griezmann, que por dos veces se retiró con molestias, parece, provocadas por la bota en el pie derecho. Tocándose el talón, se le coloco una tirita al principio para que siguiera jugando, pero, después, al final de la sesión, aunque Nelson Vivas dijera su nombre para participar en uno de los partidos, el francés se encaminaba hacia la banda otra vez para quitarse la bota. Excepto Morata y Savic, el resto de internacionales llegados esta mañana a Segovia, Nahuel, De Paul, João, Lino, se habían retirado ya del entrenamiento. El francés estiraría descalzo una sesión que acabó de nuevo con el foco en João: se retiraban los jugadores de camino al autobús cuando el portugués y el director deportivo, Andrea Berta, se cruzaban para mantener una charla de varios minutos en los que se podía observar al portugués tenso y con aspavientos.

Mañana el equipo vivirá su primera triple sesión de la pretemporada, con un día que comenzará a las 7:45 en el campo de fútbol y que terminará con una tradición: la cena del Cochinillo en Segovia en el restaurante José María.