Golpe en la mesa de Mbappé
“Mostraré quién soy”, escribió el francés tras la derrota de San Mamés. Antes, habló con varios jugadores individualmente. El vestuario celebra este paso al frente de la estrella.
San Mamés debe ser un punto de inflexión en la trayectoria de Mbappé en el Real Madrid. Porque tras el partido sucedió algo. La reacción poderosa de la estrella después de tocar fondo al fallar su segundo penalti en los últimos tres partidos. “Mal resultado”, escribió en sus redes sociales, exponiéndose ante el gran público. “Un gran error en un partido en el que cada detalle cuenta. Asumo toda la responsabilidad. Es un momento difícil, pero es el mejor momento para cambiar esta situación y demostrar quién soy”, completó, desafiante. Antes de eso, aún en el vestuario y con el ambiente por los suelos tras la quinta derrota en los últimos once partidos, Mbappé habló individualmente con algunos jugadores de peso en la plantilla. Y les planteó esa misma idea. La entonación del mea culpa y su decidido deseo de reacción y de convertirse en el líder real de este nuevo proyecto.
El cambio de actitud decidido y repentino de Mbappé ha sido muy bien recibido en las altas esferas de la entidad, pero sobre todo en el vestuario. Ese mensaje de la estrella difundido en las redes sociales “ha hecho saltar un resorte entre sus compañeros”, cuentan a este periódico fuentes autorizadas del propio club. Porque es un mensaje que ratifica que Mbappé puede ser el líder de la plantilla, el que tire del carro también en el vestuario, tras la marcha de gente tan importante como Kroos, Nacho o la lesión de Carvajal. “Hay muchos futbolistas que están en esa línea”, dicen. Que le ven como el líder que necesita el proyecto y esperaban que diera ese paso. Del mismo modo, fue muy apreciado entre sus compañeros el detalle que tuvo Mbappé tras el fallo de Valverde. Fue el primero en ir a consolarle junto con Lucas Vázquez.
“Mbappé ha abierto la puerta por la que muchos de sus compañeros estaban deseando entrar”, reconocen internamente también en el propio club después de que Mbappé difundiera por las redes sociales ese sincero mensaje entonando el mea culpa. “¡Ese es el Mbappé que todos teníamos en la cabeza!”, zanjan.
Ahora sólo falta que la estrella refrende ese deseo de liderazgo en las tres próximas e importantes salidas que tiene el equipo: a Girona, Bérgamo y Vallecas, sucesivamente. De especial importancia la de Champions, pues si bien no es definitiva para la clasificación para dieciseisavos, en caso de derrota sí que podría verse comprometido el paso a la siguiente ronda. Sería una catástrofe.
En los tres partidos que Mbappé ha jugado sin Vinicius (Liverpool, Getafe y San Mamés) por la lesión del brasileño, el francés sólo ha conseguido aumentar las dudas en cuanto a su rendimiento. Dos penaltis fallados, uno que no quiso tirar y sólo un gol después de diez remates. Demasiadas ocasiones claras falladas. Pero en el vestuario de San Mamés, tras la última derrota, sucedió algo. Que Mbappé reaccionó y dio un paso al frente ante sus compañeros.
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