García Pimienta, el perenne

“Un hombre tranquilo”, así definen a Xavi García Pimienta algunos de los que más lo tratan en las entrañas del Ramón Sánchez-Pizjuán. Para (bastante) bien y (algo) también de mal, el técnico catalán ha traído al Sevilla una virtud muy necesaria en estos últimos tiempos, con el club metido en una incesante guerra institucional que a punto ha estado de mandarlo al inferno en las recientes campañas. Esa tranquilidad y saber estar tienen de momento un premio no menor: Xavi ya es el entrenador que más ha durado (208 días) en el banquillo nervionense desde que se marchara Julen Lopetegui, el 5 de octubre de 2022.

Un banquillo convertido luego en silla eléctrica. El elegido para sustituir a Julen fue Jorge Sampaoli, que regresaba tras una anterior temporada exitosa como sevillista, la 2016-17. Esta vez, Sampaoli ganó poco pero se le aguantó demasiado, sobre todo por el soberano finiquito que al final no hubo más remedio que pagarle. El 21 de marzo de 2023, después de 165 días en el cargo, dejaba el testigo a José Luis Mendilibar.

Mendi trajo una pronta salvación liguera a base de prácticas victorias y, de propinón, esa milagrosa Séptima Europa League en la que fue capaz de superar a Manchester United, Juventus y Roma, nada menos. Pero el de Zaldibar no convencía en la Planta Noble. Monchi le renovó y luego se marchó al Aston Villa para que en otro Octubre Rojo (o negro), tras un titubeante inicio liguero de la 2023-24, Víctor Orta decidiera un nuevo relevo. Al menos, superó los 200 días (201) Mendi en Nervión.

Llegó entonces Diego Alonso, el Breve. Solo pasó de los dos meses (67 días) “el hombre del asado”, pero incluso ese escaso tiempo pareció algo exagerado porque apenas consiguió una victoria y fue en Copa, ante el modesto Quintanar de la Orden. No ganó en Liga ni en Champions y a mediados de diciembre se decidía su destitución.

Quique Sánchez-Flores aterrizaba el 18 de ese último mes del año pasado. El técnico madrileño aplicó parecidas recetas de sentido común que Mendilibar y consiguió también una salvación bastante serena, pero el Sevilla no andaba por la labor de renovarle ni él, de seguir en un proyecto de tono muy incierto, que ha perdido a un sinfín de futbolistas importantes en los últimos tiempos. El 27 de mayo, tras acabar la Liga, Quique ponía fin a sus 160 días como entrenador del Sevilla. Menos de una semana después se anunciaba a García Pimienta.

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