En Nesyri rescata al Sevilla

La pólvora que le falta al Rayo la tiene En Nesyri. El delantero marroquí, recién aterrizado de la Copa de África, encontró en Isaac al socio ideal para firmar un doblete, que es oxígeno para Quique y el Sevilla. Este triunfo pone distancia entre los hispalenses y el descenso, tres puntos, pero se lo acerca peligrosamente a los franjirrojos. Incapaces de romper su mala racha —la historia interminable— en Vallecas. Los de Francisco llevan más de cuatro meses y medio sin dar una alegría a su gente y se complican la vida en una segunda vuelta que pinta sufrida.

El estadio atronó en el primer minuto. No fue por su Rayo, sino por el aplauso que Vallecas rindió a Aitor, el aficionado franjirrojo fallecido en un accidente de tráfico. Los suyos se lanzaron a por la pelota, a por la victoria, a por un Sevilla que parecía ser más dócil que de costumbre. Pronto intentaron domarle. Camello cogió las riendas y descorchó la contienda, con un tiro que se estrelló en el muslo de Marcao, cuyo rebote impactó en el brazo. La grada pidió mano, pero la secuencia continuó. Ambos equipos apostaron por la velocidad. Los hispalenses lo tenían claro: el botín lo asaltarían a la contra. Isaac puso en jaque a Aridane y Dimitrievski, pero su disparo se marchó fuera. Álvaro tuvo la réplica, aunque la zaga visitante sofocó el incendio. Ese que prendió con el regreso de En Nesyri. El dromedario vio, llegó y marcó. Aterrizó de la Copa de África y aprovechó un balón en largo que desvió Aridane para poner el 0-1 en el 19′.

El Rayo no se lamentó y salió en tromba a por el empate, con remates de Balliu, Aridane, Chavarría, Camello... con más corazón que tino. Ambos se unieron en un preciso centro de Espino hacia Isi que mandó la pelota mordida hacia la escuadra. Cayó el 1-1 en el 29′ para delirio de Vallecas. Los locales se vinieron arriba. Isi se vistió de Bebé y se sacó un tiro que se perdió desviado. Y en esa locura, apareció el Sevilla con otra contra, que culminó con un paradón de Dimitrievski a En Nesyri. El peligro fluctuaba entre las botas del de Cieza y del marroquí. El rayista acarició el 2-1 en una falta, pero la (enésima) combinación entre Isaac y En Nesyri puso el 1-2 al filo del descanso. Juntos saltan chispas. Ese doblete del delantero daba un respiro a Quique.

No había tregua para el Rayo. Isi lo intentó de falta, Lejeune desde lejos... Incluso Chavarría mandó ligeramente alto el centro servido en bandeja por Balliu. Álvaro hizo lo propio con Camello, aunque Nyland lo atajó. Había tiempo y había ganas. La grada animaba y, de nuevo, el guardameta visitante se sacó una manopla milagrosa que desbarató un trallazo de Isi. El Sevilla era un muñeco en manos de los vallecanos, que necesitaban plasmar ese dominio en el marcador. Los cambios eran necesarios y la afición celebró la entrada de Trejo y RdT, que tuvo su ocasión —desde la frontal— nada más salir.

Los hispalenses cerraron filas y al Rayo le costaba encontrar el resquicio por el que colarse. Ese afán por marcar le facilitó las contras al Sevilla. Ocampos estrelló un balón en el palo y casi termina con las escasas esperanzas franjirrojas. Isi, repleto de moral, mandó el esférico demasiado alto. Francisco pensó que a grandes males, grandes remedios y por eso quitó a Balliu y Espino por Nteka y De Frutos. El todo por el todo para solventar esa nada. Los vallecanos se van otra semana más de vacío, mientras que el Sevilla se frota las manos con tres puntos que encarnan los brotes verdes.