RAYO VALLECANO

El rayismo homenajea a Felines y Potele, una pareja de leyenda

La Federación de Peñas les hace entrega de un cuadro con sus mejores fotos. “Potele era muy listo. Y Felines, el Di Stéfano del Rayo, su corazón”, les define su compañero Anero. Otro mito.

PEPE ANDRESDiarioAS

El tiempo es esa incansable marea que se empeña en borrar nuestras huellas, por profundas que sean, pero no hay mejor remedio para el olvido que caminar acompañado. Tener a alguien que nos recuerde quiénes fuimos y aquello que conseguimos. Por eso, la Federación de Peñas del Rayo quiso rendir homenaje a dos de sus grandes iconos, la pareja más legendaria de la Franja, los inseparables Felines y Potele. Dos gigantes de poco más de 1,60 metros, que escribieron algunas de las páginas más célebres del Rayo. La afición vallecana tiró de fotos y anécdotas, aliñadas con toneladas de cariño, para cocinar este dulce reencuentro. Felines y Potele, Potele y Felines, rieron y se emocionaron juntos, cómplices, como lo fueron décadas antes sobre el terreno de juego. Pasan los años, pero ellos no se separan. El Rayo es su pegamento. También el de todos los allí presentes.

La Federación de Peñas del Rayo les citó en la cervecería El Boliche, el lugar donde semanas antes habían recogido una bufanda conmemorativa de leyendas franjirrojas. Entre esas 18 figuras, había dos fijas, indiscutibles, capaces de conseguir el más absoluto consenso entre la gente: Felines y Potele. Ambos estuvieron arropados por su inseparable Manolo Gallardo —antaño presidente de los veteranos— y el exjugador y miembro también del histórico ‘Matagigantes’ Antonio Anero. El acto comenzó con un vídeo elaborado por el equipo del programa RayoManía, de TeleK, tejido a base de fotografías, cromos, entradas, artículos de periódicos...

Felines fue elegido como el mejor jugador de la historia del Rayo y es el cuarto en cuanto a número de partidos (405), por detrás de Cota (458), Uceda (429) y Míchel (425). Su gol de cabeza al Getafe abrió las puertas de la élite a la Franja por primera vez y una lesión le privó de tener mayor foco en el ‘Matagigantes’. Su vida profesional la desarrolló íntegramente en Vallecas y como entrenador le dio también otro ascenso a su club. Sólo hay un dato que crea conflicto. “Según las estadísticas, te expulsaron una vez”, le comentan. “¿A mí? Ni una. Será a tu tía”, responde Felo burlón, con esa gracia de la que no se desprende, como no lo hacía con el balón sobre el verde.

Potele, por su parte, continúa siendo el máximo goleador del Rayo (67 dianas en 224 partidos), los mismos que otro vallecano, Míchel (eso sí, El Niño en 425 encuentros). Además, el delantero llegó a marcar diez goles en un duelo contra un equipo de aficionados, tal y como relató al periodista de Vallecasweb, Antonio Luquero. Su talento atrajo a los actores Alfredo Landa y José Bódalo a sus contiendas y terminaron haciéndose habituales.

Rafa Garrido, Manolo Gallardo, Felines, Potele y Anero. PEPE ANDRESDiarioAS

Aún recuerdo una cena que organizó el Rayo cuando yo tenía 13 años. Me firmaron Felines y Potele y aquello significó mucho para mí. Son dos instituciones para el Rayo. ¿Os imagináis a un jugador de 1,60 que sea máximo goleador? Hay que ser muy listo, muy pillo, así es Potele. Felines es el Di Stéfano del Rayo. No sólo es un tremendo jugador, también es corazón, el corazón del Rayo. También es gracioso, amable... por eso todos queremos a Felo. A ambos sólo les puedo decir gracias. Gracias por dar tanto al Rayo”, dice emocionado Anero, que se llevó la mayor ovación de la noche. Todos asentían, suscribiendo sus palabras. A lo que Gallardo apostillaba: “Les quiero como hermanos”.

Cuando se retiró, Potele no se fue lejos del barrio. “Nací en la Casa de Socorro de la calle de Peña Gorbea, en el Boulevar, siempre me he sentido muy orgulloso de Vallecas”, admite. Puso una Administración de Lotería en Moratalaz, que actualmente regentan sus hijos. Uno de ellos, Dani, que juega en los veteranos del Rayo, acompañó a su padre en ese momento mágico. No le quitaba ojo. Orgulloso. “No le pude ver jugar porque cuando se retiró yo tenía poco más de un año. Sin embargo, la gente me cuenta cosas y desprenden un gran cariño por él. Él nunca se quiso ir de Vallecas. Su sitio está aquí”, afirma.

“Cuando tenía 13 años fui a que me firmaran Felines y Potele. Aquello significó mucho para mí”

ANERO

La vida y milagros de Felines y Potele atravesaron kilómetros y kilómetros. “Vuestra fama llegó hasta un cuartel de aviación en 1967. Iriarte, que os conoció, hablaba sin parar de vosotros. Equipos como el Rayo son necesarios, son los que salvan el fútbol”, argumenta Luis Miguel Vidal, creador de las bufandas de leyendas. El acto acabó con el grito de ‘Aúpa Rayo’, que dejó paso a un sinfín de batallitas y abrazos. Y así, entre recuerdos de unos y otros, con cariño, se ancla la memoria. Firme para soportar las olas. Las del olvido. Las del tiempo...

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