REAL VALLADOLID

El Pucela, con media plantilla en el disparadero

El Real Valladolid prioriza un verano más dar salida a sus excedentes antes de poder acometer los necesitados refuerzos.

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Desde que el Real Valladolid se plantó en Primera División hace algo más de un mes, la actividad de la dirección deportiva es frenética. Como confesó Fran Sánchez unos días después, se venía trabajando de forma paralela en dos escenarios. El de ir a jugar en Primera era, lógicamente, el deseado. Uno que ha podido alterar los planes al respecto de más de un jugador y que ha acrecentado la necesidad de cambios, que siempre la hay. En el apartado de salidas, el trabajo es ingente, con media plantilla, aproximadamente, en la rampa de salida.

De los 29 futbolistas presentados por el club en su web como integrantes del primer plantel, la mitad cuenta con el cartel de prescindible, con casos tan claros como los de Roberto Jiménez y José Antonio Caro, sin sitio tras el fichaje de Sergio Asenjo. Son apenas dos de los casos irreversibles, que vienen a ser la gran mayoría. Entre estos están Alende, Carnero, Víctor García, Waldo, Sekou, Sergio Benito y Stiven Plaza, así como San Emeterio y Guardiola, que si no lo son, casi. Olaza y Kike Pérez también se consideran excedentes; tienen más de certezas quede de dudas.

A estos 13 supuestos cabe sumar alguno más, como los particulares de Moha y Paulo Vitor, sin cabida en el filial debido a sus emolumentos y quienes tenían, si no garantías, esperanzas de dar el salto. Aunque no se trata de un caso prioritario, se podía añadir incluso una última pieza, Hugo Vallejo, a quien la inactividad provocada por la grave lesión de rodilla que sufrió la temporada pasada, así como su juventud, podrían aconsejar una salida cedido para adquirir una continuidad que, en Primera, pese a la confianza que existe en su futuro, parece tener difícil en el corto plazo.

Mercado parado y a expensas

En contra del Real Valladolid juega el hecho de que a estas alturas del verano el mercado apenas se ha movido; está prácticamente parado, debido a que la situación en la que se encuentra la entidad blanquivioleta es la misma que aqueja a otros muchos equipos. Pese a ello, el club conoce de primera mano que hay jugadores con opciones abiertas, que están bien vistos en el mercado, y se encuentra avanzando algunas de estas salidas. El afán con el que las afronta es el mismo de otros y el de veranos anteriores: tratar de ahorrar el máximo en rescisiones.

A expensas de que los jugadores hallen destinos atractivos, la dirección deportiva que encabeza Fran Sánchez intenta que, una vez los tengan, gastar lo menos posible en este sentido, a fin de no perder poder adquisitivo en el mercado de cara a las llegadas. Sin embargo, los altos emolumentos de algunos de esos excedentes y la amplia diferencia con el eventual equipo de destino dificultan las negociaciones. Así sucedió el año pasado con futbolistas como Caro o Sergio Benito y así puede pasar en este mercado con alguna que otra pieza codiciada en categorías inferiores.

Con todo, en su primera rueda de prensa del verano Pacheta no se mostró incómodo con tener que trabajar con tantos futbolistas como los que tiene a su disposición -”no me molesta, el año pasado había más”, dijo-, ni tampoco existe impaciencia en las oficinas. El trabajo es arduo pero tranquilo, aun a sabiendas de que las piezas sobrantes dificultan que las llegadas se sucedan, precisamente, como resaltó el técnico, porque así está el mercado. No obstante, en estas salidas hay unos cuantos millones de espacio salarial que, cuando se gane, favorecerán esas entradas.

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