El laberinto de Miguel Gutiérrez

Los ‘Erasmus’ son un repetido caso de éxito en el Real Madrid. Canteranos, o jóvenes recién llegados, que salen en busca de oportunidades antes de asentarse en el primer equipo o dar otro salto hacia la élite futbolística. Con varias fórmulas, en la propia plantilla de Ancelotti hay un puñado de ejemplos: Carvajal, Lunin, Lucas Vázquez, Fran García, Valverde, Ceballos, Brahim… Por Primera y por Europa pululan unos cuantos. Dos de ellos visitan el Bernabéu con el Alavés este martes: “Rafa Marín lo está haciendo muy bien y Blanco ha hecho una muy buena temporada”, recordaba en la rueda de prensa previa al partido Ancelotti.

El técnico alababa la política del club: “Es una experiencia importante antes de llegar al nivel de Real Madrid, creo que es importante para todos estos jugadores”. Pero lo llamativo fue que el italiano se acordó de otro canterano que ha destacado esta campaña: “Todos habéis visto lo que ha sido capaz de hacer con el Girona Miguel Gutiérrez”. Nada menos que disputarle la Liga al propio Madrid y conseguir una histórica clasificación para Champions. Otro caso de éxito de esa política. Pero Carletto también añadía sobre esa política: “Es una experiencia muy importante antes de eventualmente regresar”. ¿La puerta abierta a Miguel Gutiérrez?

Las restricciones a las cesiones que la FIFA está introduciendo paulatinamente para evitar los abusos con los préstamos de jugadores (había clubes que se habían convertido en agencias de colocación) han hecho que el Madrid dé un pequeño giro en esa política. Una nueva fórmula que consiste en traspasar al jugador, reteniendo el 50% de sus derechos y, en ocasiones, una opción preferente de recompra. Si en el futuro el jugador encaja en los planes deportivos del Madrid, se le repesca en condiciones favorables. Si eso no sucede pero en el proceso de crecimiento el jugador se convierte en una pieza cotizada en el mercado, el club blanco saca tajada.

En esa tesitura se encuentra el protagonista que Ancelotti sacó a la palestra en la sala de prensa. Miguel Gutiérrez puso rumbo a Montilivi en el verano de 2022 ya con un bagaje de diez partidos con el primer equipo. El Madrid le aplicó la ‘doble cláusula’: traspaso al 50% y una opción de recompra a un módico precio. Unas condiciones muy ventajosas. Si lo quiere recuperar, le cuesta sólo ocho millones de euros. Si el Girona lo vende, se lleva la mitad. El club gironí le puso 40 millones de cláusula, así que el Madrid puede llevarse hasta 20 M€ de una hipotética futura venta… y también tiene la posibilidad de recomprarlo para luego revenderlo y maximizar su beneficio. Hay un precedente, en 2018 en el traspaso de Mascarell del Eintracht al Schalke por 10 millones de euros, aunque con un pequeño truco. El Madrid tenía una opción de recompra por cuatro millones y llegó a un acuerdo tripartito para no ejecutarla pero quedarse con seis millones de la operación (la diferencia que habría ganado si lo hubiese repescado por cuatro y revendido por diez) sin que la propiedad del pase del jugador volviese a pasar por las manos blancos.

Una opción a tener en cuenta… si se produce ese eventual regreso al Madrid del que hablaba Ancelotti. El futuro de lateral izquierdo parece pasar por Davies, pero el cuándo es incierto. Acaba contrato con el Bayern en junio de 2025 y el Madrid lo quiere ya para este mismo verano, pero si el equipo bávaro se enroca para no dejarle salir a un precio razonable, se abre un mundo de posibilidades. Entre ellos que se produzca un overbooking en esa posición con el canadiense, Mendy, aún con contrato hasta 2025, Fran García… Se resuelva en el sentido que sea ese rompecabezas del futuro de Miguel Gutiérrez, será un win-win para el Madrid.

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