El horizonte de Oblak

La historia de amor entre Jan Oblak y el Atlético de Madrid se encuentra todavía casi a la mitad. El esloveno, que se ha aupado durante temporadas anteriores como el mejor portero del mundo, o cuanto menos en el podio de los guardametas, ha ampliado su contrato con el club rojiblanco por cinco años más, hasta el 2028. Es decir, de cumplirlo, Oblak defenderá la portería colchonera durante 14 cursos.

Unas cifras históricas para seguir escribiendo su nombre a fuego en las enciclopedias del Atlético. En estos momentos, Oblak ya es el guardameta con más premios Zamora de la historia, cinco trofeos que también obtuvieron Víctor Valdés y Ramallets. La pasada temporada tenía ante sí la primera opción de situarse en lo más alto en solitario, pero las cosas no salieron según lo esperado. El Atlético encajó más goles que nunca y prácticamente cada disparo sobre la meta del esloveno se convertía en diana, algo paliado tras el mercado invernal con Reinildo a la cabeza. Bono, uno de los aprendices que ha ido teniendo año tras año en el club rojiblanco, acabó alzándose con su primer galardón defendiendo la portería del Sevilla.

La siguiente será su segunda oportunidad para conseguir una gesta que, con su renovación, parece sólo cuestión de tiempo. Pero, Oblak también se situará en el Olimpo rojiblanco en cuanto al número de partidos disputados. Actualmente está a uno de igualar a Juanfran y Miguel Ángel Ruiz (355) en la decimoquinta posición histórica del Atlético. Con un promedio que ronda los 50 encuentros disputados por año (la temporada pasada fueron 51, participando en todos los del equipo), es el segundo jugador en activo con más partidos tras Koke, que está a ocho de igualar a Adelardo en lo más alto (553). Si el vallecano es otro indiscutible para Simeone y a sus 30 años no baja de las 40 apariciones por curso, Oblak sí que puede pensar en el podio colchonero, cerrado por los 483 partidos de Tomás. También está cada vez más cerca de ser el extranjero que más veces ha vestido la camiseta del Atlético, en manos de un Godín al que tiene a 35 encuentros y, si no pasa nada raro, conseguirá superar este mismo curso.

Pero, si algo ha caracterizado a Oblak, son sus aspiraciones colectivas. El esloveno siempre ha apostado por tener un proyecto fiable para seguir en el Atlético y sus principales aspiraciones pasan por pelear y ganar títulos. Clave para levantar LaLiga 2020-21, el esloveno tiene la espina clavada de la Champions, donde tras una espectacular edición 2015-16, el equipo cayó en la final en los penaltis. Como rojiblanco suma ese título liguero, la Europa League, la Supercopa de Europa y una Supercopa de España donde Moyá fue el titular. Segundo capitán de la plantilla tras Koke, Oblak cada vez tiene más peso en el vestuario, es una voz autorizada y el encargado de hacer autocrítica cuando se tuercen los acontecimientos. La renovación asegura al esloveno como una de las mayores figuras que habrán defendido el escudo del Atlético en sus casi 120 años de historia.