El histórico día en el que Luis García eliminó al Barça

Todo será nuevo para Luis García este domingo, en su estreno en un derbi en Primera División como entrenador del Espanyol. En otras circunstancias, el técnico perico sí que ha vivido la atmósfera de estos partidos, especialmente como jugador, cuando se midió hasta en 20 ocasiones al equipo azulgrana con un balance de dos victorias (ambas con el Espanyol) y de 13 derrotas. Pero también sabe lo que es medirse al Barcelona sentado en el banquillo, en su etapa como entrenador de la Damm. En la División de Honor de juveniles, el equipo del asturiano fue un quebradero de cabeza para los azulgrana.

Su gran momento como entrenador de la Damm tuvo lugar en la Ciutat Esportiva Joan Gamper el 22 de enero de 2022. El equipo barcelonés había logrado clasificarse para la Copa del Rey, un éxito que ocurrió pocas veces en su historia. Curiosamente, la última Damm que jugó la Copa fue la del 2015 con Edu Expósito, ahora a las órdenes de Luis García en el Espanyol, en aquella plantilla. Aquella Damm de un Luis García que afrontaba su último año en el banquillo asaltó a un Barça que contaba en su plantilla con jugadores como Chadi Riad, Ángel Alarcón, Estanislau Pedrola o Ilias Akhomach, quienes ya han debutado en Primera.

“Solo hay tres cosas que no podéis hacer: bajar los brazos es la primera; la segunda es no ser nosotros mismos hasta el último minuto; y la tercera no disfrutar. Quiero que sepáis una cosa: esto no vuelve”, les comentó el técnico en la charla inicial antes del partido, según el documental que publicó la Damm recientemente. Luis García planteó el partido desde el aspecto emocional pero también desde el futbolístico, con una presión en la salida de balón del Barcelona que propició el gol de Álex Almansa. Un 0-1 que fue definitivo.

La Damm tuvo momentos de todo en aquel partido. Algunos de dominio, otros de sufrimiento, pero ahí estuvo su portero Nil Ruiz para detenerlo todo: lo hizo tan bien que al curso siguiente lo fichó el propio Barcelona Atlètic. Antes de eso, el equipo cervecero celebró la victoria por todo lo alto, incluso Luis García vertió lágrimas sobre el césped de la Joan Gamper. Después, en el vestuario, daría otro discurso que sintetizaba así: “Era un loco y tenía una idea, y 23 locos la debían seguir. El que cree en una idea es el equipo más peligroso”. Una receta que aplicara este domingo. Esos 25 locos deberán ganarle al Barcelona para creer que la salvación aún es posible.