El Girona entra en la dimensión europea
El equipo se enfrenta a siete partidos en 21 días, con tres semanas consecutivas con dos encuentros
Uno de los mayores retos de este verano para el Girona era configurar una plantilla capaz de competir en Champions. Algo que se empezará a desvelar el próximo miércoles, 18, cuando se midan al PSG. Pero más allá del rendimiento en competición europea la plantilla necesitaba, y necesita, ser capaz de jugar dos partidos por semana. Algo a lo que el club no estaba acostumbrado y que a partir de este domingo se convertirá en una realidad: jugará siete partidos en 21 días, con tres semanas de doble partido de forma consecutiva. Un calendario que asusta. Y empieza con el Barça.
Así pues el conjunto de Hansi Flick visitará este domingo Montilivi antes de que el equipo haga las maletas para enfrentarse al Paris Saint Germain en el debut europeo el miércoles 18. Tras regresar de París, los de Míchel se enfrentarán el sábado 21 al Valencia en Mestalla para jugar después otro partido entre semana. Será en este caso un partido de Liga, contra el Rayo en Montilivi, en una jornada intersemanal que se disputará el miércoles 25. El fin de semana siguiente, el día 29, visitarán al Celta en Balaídos antes de que, por primera vez en la historia, suene el himno de la Champions League en Montilivi. Será contra el Feyenoord el miércoles 2 de octubre. Tras este partido se acabarán los viajes, pues el día 6 de octubre recibirán al Athletic Club en casa para finalizar una ristra de partidos tan seguidos como complicados: Barça, PSG, Valencia, Rayo, Celta, Feyenoord y Athletic Club en 21 días. Casi nada.
Más allá de las posibles sanciones o lesiones, que desgraciadamente es probable que sucedan, Míchel deberá dar con la tecla con las rotaciones. Porque la prioridad absoluta es la Liga, así lo ha expresado siempre el técnico madrileño, pero es evidente que el equipo también quiere hacer un buen papel en Champions. No habrá un equipo A y un equipo B, sino que las modificaciones en el once se irán introduciendo en función del desgaste y el rival. Salir con un equipo plagado de suplentes en el Parque de los Príncipes puede resultar en una catástrofe y evidentemente todos quieren ganar en el debut ante el Feyenoord. Pero sin olvidar la Liga. Míchel cuenta a su disposición con una plantilla amplia y de garantías, pero deberá hacer malabares para cuadrar las alineaciones.
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