BETIS I JORDI FIGUERAS

“El Betis no subió al bus porque el Sevilla iba a ganar la UEFA”

Jordi Figueras, que descendió y luego ascendió con los verdiblancos, habla de su dura estancia en Heliópolis: “Es difícil escuchar ‘Vaya paquete’”.

JOSEP LAGOAFP

El exdefensa Jordi Figueras militó en el Betis desde 2013 a 2016 y habló en el podcast Offsiders de lo complicada que le resultó su estancia en Heliópolis. Jordi, que se retiró la campaña pasada en el Algeciras, descendió a Segunda con 25 puntos en 2014 y subió al año siguiente a Primera... pero hubiera preferido que el club verdiblanco celebrara el ascenso de otra forma: “Me llevé una desilusión increíble. Era mi primer ascenso de Segunda a Primera. Dices: estás en el Betis, la celebración tiene que ser lo máximo. Casi todos queríamos ir en el bus, a mí personalmente me hacía mucha ilusión ir en el típico bus recorriendo la ciudad porque sabes que va a haber una gente increíble. Pues hubo compañeros de vestuario que dijeron que no lo veían bien porque el Sevilla se estaba jugando ganar una UEFA”.

El 24 de mayo de 2015, el Betis lograba el ascenso matemático tras derrotar (3-0) al Alcorcón en el Villamarín. Tres días después de aquello el Sevilla levantó su Cuarta Europa League en Varsovia, al superar al Dnipro de Ucrania por 3-2. “Yo creo que había que celebrarlo como tal, olvidándote de la rivalidad. La realidad es que cumplimos el objetivo que era subir y además, de campeón. A mí aquello me dolió”, afirma el exfutbolista, que creció en el filial del Celta de Vigo y jugó en el primer equipo celeste para luego pasar por Rubin Kazán (Rusia), Valladolid, Rayo Vallecano, Betis, Brujas (Bélgica), Betis, Eskisehirspor (Turquía), Karlsruher (Alemania), Kolkata (India), Racing de Santander y Algeciras.

Jordi también habla de los problemas que tuvo con la afición verdiblanca: “Yo llegaba al Betis, venía del Rayo Vallecano y pensaba que no me conocía nadie pero al final te conoce todo el mundo porque lo viven y lo sienten. Es duro ir a un restaurante con tu familia y escuchar ‘vaya paquete”.

“En un partido de presentación contra la Fiorentina, que estaban Joaquín y Piccini, yo jugué de titular y en el campo hubo una pitada... Lo analizas fríamente y es duro que pase eso con tu propia afición, cuando tú te quieres quedar en el club para volver a Primera. Lo pasé mal pero creo que no se me notaba. Yo siempre cuando entro al campo me olvido. El que era el doctor del Betis siempre me dice lo mismo: ‘qué huevos tenías que la gente estaba toda en contra y seguías pidiendo el balón”.

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