El Bernabéu, al fin a tope
El estadio blanco contará con los 81.000 asientos disponibles frente al Getafe el 2 o 3 de septiembre. Ya se están cambiando los asientos por otros más cómodos y elegantes.
El Santiago Bernabéu se pone guapo de cara a la temporada 2023-24, la que debe ser la última en que experimente las obras de reforma que arrancaron en el verano de 2019. La previsión original establecía que las obras se extenderían hasta mediados de 2022, pero las circunstancias de los últimos años han provocado un retraso de año y medio en esos planes. Primero llegó la pandemia, en la que se aceleraron todo lo posible los trabajos interiores gracias al traslado de los partidos del equipo a Valdebebas, aunque sin recortar demasiado tiempo, ya que los materiales llegaban en base a un calendario muy estricto. Y, además, sufrió retrasos debido a la invasión rusa en Ucrania, que perjudicó la importación de ciertas materias primas, como el acero que recubre todo el estadio.
A ello se sumó la crisis financiera provocada por el conflicto, que ha derivado en una inflación que ha incrementado los costes, y la decisión de construir un hipogeo en el subsuelo en el que se apilará el césped retráctil para facilitar su preservación cuando el estadio acoja eventos independientes a los encuentros del equipo. Un endeudamiento total de 800 millones de euros (con los intereses, rozará los 1.200 millones) para una reforma integral que ya tiene fecha de estreno: el Madrid ha comunicado ya a algunos dirigentes de peñas que la inauguración será el 23 de diciembre.
Así pues, los ingresos extra del nuevo Bernabéu podrán verse ya esta temporada, aunque de forma aún tibia. “Se estima que el aumento de ingresos por la plena disponibilidad comercial del estadio se iniciaría a partir de enero de 2024 y se iría desarrollando de forma progresiva. Todo ello lleva a estimar que los ingresos del estadio en 2023-24 aumenten significativamente respecto al ejercicio 2022-23, si bien se situarían aún en un nivel sensiblemente inferior al previsto a lograr a partir de 2024-25, cuando las distintas líneas de negocio estén a plena explotación”, explica el informe preliminar del club en relación al cierre del ejercicio económico del curso pasado.
Ese aumento en los ingresos estará soportado, entre otras cuestiones, en el retorno del Bernabéu a su máxima capacidad: esta temporada el Bernabéu volverá a llenarse del todo, sin gradas cerradas. Durante la obra, el aforo ha ido oscilando desde los 60.000 espectadores hasta llegar a cerca de 70.000 al final del pasado curso. Tras la reforma, el aforo seguirá instalado en torno a los 81.000 asientos y todos ellos ya estarán disponibles para el primer encuentro liguero en casa, el 2 ó 3 de septiembre ante el Getafe.
Asientos nuevos para el Bernabéu
Los trabajos más recientes en el estadio, además de los del mecanismo que recogerá y apilará el césped bajo tierra cuando sea necesario, se centran en los nuevos asientos, más cómodos y también más elegantes, con un azul más oscuro que sustituirá el azulón eléctrico de los actuales. Ya han sido sustituidos en gran medida los asientos del primer anfiteatro y la labor se irá extendiendo por todo el aforo, aunque no está claro si dará tiempo a hacerlo antes del primer partido liguero del Real Madrid en casa.
De momento, hay bastante margen: el club volvió a solicitar a LaLiga jugar las tres primeras jornadas del campeonato a domicilio para potenciar las obras. Sea como sea, ese encuentro ante el Getafe volverá a ser con un público potencial de más de 81.000 personas, sin lonas para cubrir maquinaria que reduzcan su capacidad. Casi un mes de margen para que todo esté listo, tarea en la que la constructora adjudicataria de la obra, FCC, se afana en estos días mientras va corrigiendo algunos aspectos del exterior del estadio (las lamas de acero, por ejemplo, fueron rechazadas por el club por su excesiva separación y están siendo rectificadas).
Ese avance de las obras perjudica en cierta medida a los visitantes del Tour del Bernabéu, que en estos días apenas pueden ver la extensa sala de trofeos y una panorámica de las obras. Todo sea por conseguir que el Bernabéu se convierta en el centro de ocio global que Florentino soñó, con un uso que el club espera que llegue a los 300 días por año (con los ingresos que eso genera). Poco a poco, van surgiendo los eventos: ya hay programados conciertos de Taylor Swift, Duki y Manuel Carrasco. Los primeros de muchos más.