REAL MADRID

Dos recambios de oro

Camavinga va a más y pide paso: ha jugado en todos los partidos. Ceballos ha abierto la puerta de su renovación. Son las balas en la recámara de Ancelotti para el medio

Madrid
JESUS ALVAREZ ORIHUELADiarioAS

Las balas de la recámara blanca están hechas de oro. Son Camavinga y Ceballos, dos talentos de 19 y 26 años, respectivamente, que le han demostrado a Ancelotti tener calidad sobrada para asumir el timón del Madrid cuando él lo considere necesario. Ambos tienen introducciones y nudos diferentes, pero coinciden, de momento, en sus desenlaces: siempre, o casi siempre, juegan. Son las bombonas de oxígeno para el nuevo motor de lujo que ha confeccionado el conjunto blanco, con Tchouameni en el cierre y Modric-Kroos a los mandos.

En el caso de Camavinga no hay excepciones. Ha participado en los nueve partidos que se han disputado esta temporada. Fue titular en cuatro: la visita de Leipzig y Betis al Bernabéu y las salidas a Almería y Vigo. Oxigenó, así, a Modric cuatro días después de Helsinki, y a Kroos, que no pudo estar en Balaídos por una gripe. En cuanto al partido de Champions, también fue para dar descanso al alemán en vísperas del derbi. Pese a que se espera aún más de él, Ancelotti ya le ha dado 349′, convirtiéndolo en el primer recambio de la sala de máquinas. “Está encantado, es muy feliz. Y si quieres ser el mejor jugador del mundo o uno de los mejores, lo mejor que puedes hacer es jugar en el Real Madrid”, dijo Jonathan Barnett hace escasos días. El favorito al Golden Boy, sonríe.

Y comparte el rol de recambio -y aspirante a diamante- con un Ceballos que ha abierto, con sudor, la puerta de su posible renovación. Acaba contrato esta temporada, pero como adelantó AS, desde el club ya se está maquetando la posibilidad de ofrecerle una ampliación. Corresponde a una cuestión de meritocracia: lleva meses rezumando profesionalidad, jugando lo que le den y dónde le ordenen, sin poner una mala cara. Ha llegado a ser desde extremo izquierdo hasta falso nueve. Este curso lleva 124 minutos, pero sólo se ha quedado sin jugar un partido, la visita a Celtic Park. Está ahí, presente, activo, preparado. Como Camavinga. Ambos, apretando.

Ceballos y Camavinga celebran sobre el Bernabéu.Soccrates ImagesGetty

El ascenso del Halcón

En el caso de Valverde, su polivalencia y sus pulmones le han convertido en un futbolista indiscutible. Ya no es el ‘primer recambio’, ahora es alguien que extraña ver en el banquillo. Un ascenso de status que se ha ganado a pulso. Esta temporada ya es el cuarto jugador de la plantilla que más minutos ha disputado (701′), sólo por detrás de Courtois, Vinicius y Alaba. Ha explotado en todos los sentidos, desde su carácter hasta sus goles (lleva cuatro). A veces en banda y otras en el medio, pero ya es titular. Un fijo en los onces.

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