BARCELONA 4 - ATHLETIC 0

Dembélé se dio un festín

El extremo francés se marcó un gol y tres asistencias en uno de sus partidos más completos que se le recuerda. Lewandowski, Ferran y Sergi Roberto, los beneficiados.

JOSEP LAGOGetty

Ter Stegen: Noveno partido de Liga que deja la portería a cero. A este paso que le den ya el Zamora porque no parece que vaya a tener rival bajo los palos. Tuvo algún despiste en los últimos minutos, pero para eso están sus compañeros, en esta ocasión Busquets y Eric, para evitar que el balón entre en la red.

Sergi Roberto: La suerte no le acompaña al de Reus. Estaba completando uno de sus mejores partidos como lateral derecho, con mucha incidencia en el juego ofensivo y con golazo incluido, tras recorrer toda la banda, pero una desafortunada acción en defensa, acabó con dejarle traspuesto en el hombro y retirándose del campo visiblemente afectado.

Koundé: Nueva demostración de talento, contundencia, eficacia y capacidad de anticipación del central francés. Desde que reapareció de su lesión, el juego defensivo y por ende el de todo el equipo ha mejorado de forma exponencial. Todo lo hace bien. Es simplemente espectacular.

Eric: Otro partido que deja bien palpable que estamos ante un central de alto voltaje. Aseado siempre en la salida de balón y atento en la anticipación, supo además hacer muy bien las coberturas para impedir las acciones de los hermanos Williams. Salvó un gol en la misma línea, para alegría de Ter Stegen.

Balde: Su mejor partido como blaugrana. Se llevó varias ovaciones de las gradas. Es un auténtico espectáculo verle correr por el carril izquierdo, superando rivales por velocidad y además dando continuidad al juego. A este paso, tenemos talento para años en la banda izquierda.

Sergio Busquets: Buen partido del capitán, que tuvo que escuchar algún tímido pitido del respetable cuando erró un pase muy claro. Pero poco a poco, las aguas transcurrieron por su cauce, llegando a ser decisivo a la hora de impedir que el Athletic marcara, sacando un balón en la misma línea de gol.

Gavi: Se tuvo que retirar a la media hora por culpa de un fuerte golpe en la cabeza que además tuvo como daño colateral un golpe en el aductor. Hasta el momento de la sustitución, un partido para enmarcar. Intensidad y calidad a partes iguales.

Frenkie De Jong: El holandés está en un momento dulce. Sobrado de potencia y con calidad suficiente para romper todas las líneas, su juego bordó la excelencia. En esta ocasión, jugó de interior izquierdo, muy cerca de Pedri y mirando de reojo a Balde.

Dembélé: Se marchó del campo con tres asistencias y un gol, y recibiendo una ovación apabullante por parte del culé. El primer gol además lo marcó de cabeza a pase de Lewandowski, invirtiéndose los papeles. Después llegó un pase a Sergi Roberto, otro a Lewandowski y uno más a Ferran Torres. A este nivel, cuestionarle la titularidad es de necios.

Lewandowski: El polaco no se marcha de los partidos sin haber visto puerta. Parece que sea una de las cláusulas de su contrato. Ante el Athletic, volvió a demostrar que es un auténtico depredador del área, marcando un golazo, revolviéndose contra todos, tras un gran pase de Dembélé. Suma 12 goles en 11 jornadas. Nunca se había visto algo así por estos lares.

Pedri: Jugó de falso extremo izquierdo y eso le impidió tener contacto con el balón de forma asidua. En todo caso, supo darle siempre verticalidad y continuidad al juego, sobre todo aprovechando la verticalidad de un Balde desatado. Acabó rematando un balón al palo.

Cambios

Kessié: Reemplazó a Gavi a la media hora. A veces parece que no acaba de entender los mecanismos del juego. Subió mucho al ataque con escasa fortuna, todo hay que decirlo.

Ansu Fati: Tuvo una gran ocasión, pero su remate de rosca se fue muy cerca del larguero.

Ferran Torres: Marcó un gran tanto tras un buen desmarque que vio Dembélé. Antes ya estuvo a punto de marcar en una jugada muy similar. Está creciendo en confianza a pasos agigantados.

Marcos Alonso: Volvió a realizar un partido completo como central izquierdo.

Pablo Torre: Tuvo pocos minutos, pero ha de seguir creyendo en sí mismo porque tiene talento a raudales.

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