De Raúl de Tomás a Joselu, la metamorfosis del gol

Se tomaron el relevo en el Real Madrid Castilla, pero en dirección opuesta. Si en 2012 abandonó Joselu Mato la Fábrica, en dirección a Hoffenheim, para que Raúl de Tomás debutara inmediatamente con el filial blanco, el pasado verano se dio en el Espanyol el movimiento a la inversa. Ambos delanteros incluso convivieron hasta septiembre, creando de inicio la ilusión de que iba a contar el conjunto perico con dos de los máximos artilleros españoles. Pero no. Y la transición, pese al tumultuoso proceso estival, ha resultado modélica.

Para cuando el Espanyol apalabró la contratación de Joselu a coste cero, hace ya un año, porque acababa contrato con el Alavés, pocos imaginaban siquiera que el club cambiaría de director deportivo, de Rufete a Domingo Catoira, y menos que Diego Martínez sucedería como entrenador a un Vicente Moreno que supo llevar a Raúl de Tomás, convenciéndolo incluso de que se quedara en Segunda y gestionando la difícil coexistencia del delantero con el resto de la plantilla. 45 goles en 89 partidos procuró el madrileño, que tenía contrato hasta 2026 pero cuya continuidad se antojaba ya poco menos que imposible.

Ni Bayern de Múnich, ni el propio Real Madrid ni los clubes de la Premier League filtrados por su agencia de representación, con la que acabaría rompiendo en octubre. De hecho, el mercado estival se liquidó y De Tomás seguía en el Espanyol. Pero el divorcio era tal que se buscó una solución fuera de plazo y ésta se encontró en el Rayo Vallecano, que abonó ocho millones fijos y tres variables (supeditados a una permanencia más que probable) por un atacante que había costado 22,5 millones.

“Raúl ha decidido salir, no está con nosotros, él se lo pierde”, solventó su propio sucesor semanas más tarde, en una entrevista con RAC1, cuando apenas en apenas tres meses como jugador perico ya había alcanzado una capitanía. Joselu entró de pie por su implicación en el vestuario y sobre el terreno de juego, donde supone con su presión el primer peldaño de la defensa, mientras que en ataque también es principio (por cómo pivota los balones largos) y el fin, con sus goles.

Hasta 11 dianas lleva el delantero del Espanyol, a pesar de que se ha perdido casi un mes por una lesión de isquiotibiales, la primera dolencia de más de una semana que padece desde 2017, y lo único que le ha impedido seguir sumando absolutamente todos los minutos de esta Liga. Como los disputados en el Camp Nou, donde hizo de penalti el del empate, en Nochevieja. Y ante el Madrid, sin ir más lejos, ha marcado siete goles en nueve partidos en LaLiga, su cifra más alta ante un mismo rival en la competición.

Acumula Joselu los mismos tantos, sin ir más lejos, que los sumados por Karim Benzema para el Real Madrid. De hecho, se sitúa a solo tres de su mejor registro en Primera, los 14 anotados la pasada temporada en el Alavés, y aspira a su mayor producción de siempre, que son los 19 que marcó precisamente con el Real Madrid Castilla, aún en Segunda B, la campaña 2011-12, justo antes de su relevo.

Mientras tanto, De Tomás no pudo debutar con el Rayo hasta que se abrió el mercado de invierno, y desde entonces ha participado en seis partidos de Liga, 155 minutos, una titularidad y ningún gol.

Vive por ahora a la sombra de Sergio Camello, quien se ajusta más al perfil de ariete del agrado de Andoni Iraola, y está a una distancia sideral de los 17 tantos que anotó la pasada campaña, que le llevaron a ser internacional con Luis Enrique, hasta que su culebrón le fue alejando irremediablemente del Mundial de Qatar. Ahora es Joselu quien atisba brotes verdes: figura en la primera prelista de Luis de la Fuente al frente de la Selección española.