Cobeño: “Pocos tienen lo que De Tomás, hay que recuperarle”

David Cobeño (Madrid, 1982) lleva el Rayo en el ADN. Fue canterano y guardameta del primer equipo ocho campañas, las mismas que cumple como director deportivo. Sueña con la plantilla que ha diseñado cierre el centenario en Primera y hacer un buen papel en la Copa. La guinda para este año mágico que empezó, de nuevo, bajo palos. Quien fuera capitán de la Franja entiende como nadie a Trejo y su decisión, arropa a esos jugadores emergentes como Mumin y Ratiu, cree en la recuperación de De Tomás y repasa, puesto por puesto, este equipo que vuelve a evidenciar los ingredientes que le hicieron brillar antaño. El director deportivo se sienta con AS para analizar el estado de la plantilla.

—¿Qué balance hace del equipo hasta el momento?

—Muy bueno, ya no sólo en cuanto a puntos, sino también a sensaciones. El Rayo tiene una idea de juego y una identidad. Está dejando buena imagen.

—¿Es factible aspirar a una permanencia sin sufrimiento?

—Vamos a sufrir. La salvación para el Rayo es muy valiosa y, aunque por los resultados de los últimos años parezca una tarea fácil, no lo es.

—La apuesta de Iñigo fue valiente...

—Lo fue. Le conocíamos de la etapa de Iraola, pero no era lo mismo estar de segundo que de primer entrenador. No tenía experiencia, pero sí unos conceptos que nos gustaban. El año pasado con Francisco, teníamos un colchón de puntos, pero la sensación del equipo y de la gente es que el Rayo había perdido esa identidad que con Iñigo hemos recuperado. La intensidad, presión alta, verticalidad... Eso sí, cada uno con sus matices y con su manera de plantear los partidos.

—Batalla se ha asentado bajo palos.

—Hablamos con él antes de que terminase la temporada. Sabíamos que Dimitrievski no iba a continuar y era arriesgado quedarse con dos porteros (Cárdenas y Morro) que no habían tenido continuidad. Buscábamos alguien con experiencia y que conociese la Liga. Augusto venía de Granada y de una situación complicada en la que demostró personalidad. Esa que queríamos para suplir a Dimi, porque iba a haber comparaciones y presión. Sabíamos que con él íbamos a acertar. Tuvimos que esperar, pero somos el Rayo y, a veces, es lo que toca.

—¿Mantuvieron la esperanza de que Dimi continuara hasta el final?

—La negociación fue muy larga. Hubo cosas que nos pedía que, como club, no podíamos aceptar ni con él ni con nadie porque son imprescindibles para la viabilidad del club. Por esas cláusulas se nos han caído muchos jugadores.

—Ratiu fue la revelación de la Euro y ha ganado protagonismo. ¿Es una apuesta de futuro?

—Cuando le firmamos sabíamos el potencial físico que tenía. Buscamos ese perfil de futbolista rápido, potente, que llegue a la línea de fondo, con unos datos físicos muy altos… Y Andrei cumplía todos estos requisitos. Llama la atención y, si sigue con esta evolución, está llamado a ir a un grande.

—La banda derecha está bien cubierta. Balliu termina contrato en 2025, ¿se ha movido ficha?

—Ya ha habido conversaciones, nosotros queremos que continúe y él quiere continuar. No hay unos tiempos marcados, pero estamos hablando con él porque es muy importante en lo deportivo y en el grupo. Su rendimiento ha sido muy bueno desde que llegó y estaríamos encantados de que siguiese.

—Ahora le ha tocado jugar por la izquierda por las bajas. ¿Se han planteado reforzar el lateral zurdo tras la lesión de Espino?

—No. En esa posición estamos muy contentos con el Pacha y Chavarría. Ha sido mala suerte. Ambos se han lesionado cuando estaban a un nivel alto, pero lo de Pep es una cosa de menor tiempo. Confiamos también en que el Pacha se recupere rápido y esté pronto con nosotros.

—De Mumin poseen el 50%, ¿se harán con el resto?

—Sí, compramos el 50%, pero tenemos un derecho por el otro 50%. No habrá problema en ejercerlo porque está pactado. Es cuestión de tiempo. Está dando un rendimiento altísimo en el equipo, tras pasar su periodo de adaptación, al igual que Ratiu.

—¿Pathé Ciss acaba contrato?

—No, se renovó, aunque no se anunció. Se le amplió hasta 2027, así que estamos súper tranquilos y contentos de que esté con nosotros.

—¿Y qué pasará con Trejo?

—La relación con Óscar es muy cercana. Es un jugador muy especial, por el tiempo que lleva y por lo que ha dado a la institución. Con él se hablará cuándo quiera y de la manera que quiera. Llegaremos siempre a un entendimiento porque es un símbolo en el Rayo. Las puertas están abiertas. Lo principal es que esté tranquilo y decida su futuro como él quiera. Nosotros estaremos ahí para ayudarle.

—Usted fue capitán y se enfrentó a muchos problemas, como los impagos de los Ruiz-Mateos, ¿entendió la decisión de Trejo?

—Sí. Ser capitán no es sólo llevar el brazalete. En este club significa mucho más, significa estar cerca del club, de la afición, de todo lo que rodea al Rayo… Es una presión añadida a lo estrictamente deportivo. Entiendo que haya momentos en los que te sientas agobiado y frustrado, porque no consigas contentar a todas las partes. A Óscar le pasó, pero aunque no lleve el brazalete sigue siendo un referente para todos.

—Y hablando de mediapuntas, ¿cómo se fraguó el fichaje de James Rodríguez?

—Hizo una Copa América increíble y se quedó una vacante en esa posición por la baja de Pozo. ¡Quién mejor que él! Nosotros preguntamos por James y pudimos llegar a un acuerdo.

—Es un año con opción a otro.

—Sí, pero con nuestros jugadores hay una cercanía como para hablar en cualquier momento. Si las partes están a gusto, se continuará con el vínculo.

—¿Cómo llevan el tsunami mediático?

—Mueve millones de seguidores por todo el mundo, que quieren que juegue y que sea el mejor de todos los partidos, pero aquí hay 25 jugadores y todos tienen la misma importancia. El boom mediático pasará. Hay que convivir con esto y darle naturalidad. James está cogiendo el ritmo y ojalá sea importante.

—Menos minutos ha tenido RdT, aún inédito...

—Raúl tuvo un problema en pretemporada, se perdió unos partidos y la competición no espera a nadie. En Primera hay mucha competencia. Se está poniendo al nivel físico que requiere el míster. No ha perdido lo que tenía y hay que recuperarle física y anímicamente.

—¿Conserva su confianza en el fichaje más caro de la historia?

—Sí. Pocos tienen lo que Raúl, pero debe ir acompañado de estar bien física y anímicamente. Si entre todos conseguimos que vuelva… nos daría un plus grandioso. Ojalá le veamos pronto celebrando goles en Vallecas.

—¿Tuvo ofertas para salir el pasado verano?

—Ha sido internacional con la Selección y es delantero. Llama la atención y siempre hay equipos interesados, pero no se llegó a un acuerdo entre todas las partes.

—¿Su marcha a Nimes causó malestar en el seno del club?

—Hablamos internamente con él. Tengo muy buena relación con Raúl, de podernos decir lo que pensamos, y se quedó en esa reunión privada.

—Se condicionó una salida de RdT a la llegada de Memphis Depay. ¿Cuánto hay de verdad y cuánto de leyenda urbana?

—Si Raúl no salía no podíamos invertir en ningún jugador. Rumores siempre hay en verano y yo nunca diré si son verdad o mentira. Que se relacione a ese tipo de futbolistas con el Rayo es bueno…

—Tampoco han tenido minutos Aridane, Pelayo y Montiel. Este último no pudo salir el último día de mercado y no ha entrado en ninguna convocatoria.

—Lo de Joni es un tema deportivo. El míster tiene a mucha gente en las posiciones de ataque. El club nunca ha dicho quién tiene que ir convocado o jugar. Joni es uno más.

—Otro canterano, Morro, salió cedido. De la plantilla actual, sólo pasaron por el filial Embarba y Óscar Valentín.

—El salto es más grande, hay una categoría más por medio. La exigencia, además, es cada vez mayor. Son épocas. Todos los días entrenan con el primer equipo Marco de las Sías y Etienne Eto’o y si alguno de ellos tira la puerta abajo, nosotros encantados. Ojalá haya muchos más canteranos, claro.

—Fue un mercado low cost...

—La temporada pasada hicimos un esfuerzo económico muy grande y sabíamos que en esta, si no había ventas, no podríamos invertir. Nos adaptamos, apostando por cesiones y jugadores que terminaban contrato. Estamos contentos.

—Una de esas inversiones de la 2023-24 fue Camello. ¿Le sorprendió que se convirtiese en el héroe del oro olímpico?

—A todos nos sorprendió porque no estaba siendo titular, pero no por el compromiso y la calidad que posee. Es un guerrero y para nosotros es un orgullo tenerle.

—Otro que se está reivindicando es De Frutos…

—El año pasado lo pasó mal y este ha empezado con mucha confianza. Nos está recordando aquel Jorge de la primera época del Rayo. Es muy querido en el vestuario. Un chaval humilde y sencillo.

—¿Hay algún adiós que duela especialmente?

—El de Bebé me dio mucha pena porque fuimos compañeros y hemos convivido mucho tiempo.. También me pasó con Dimitrievski.

—El equipo siempre deja una puerta abierta…

—Eso es bueno, aunque haya quien lo critique. Si vuelve un ex es porque ha estado a gusto aquí, se ha mantenido el vínculo… Siempre que esté al nivel y aporte, será una prioridad. Saben lo que es el Rayo y Vallecas y se adaptarán pronto.

—No concibe el Rayo sin...

—Su afición, siempre fiel. El Rayo es quien es por su gente.

—¿Qué le pide al centenario?

—Pasar el mayor número de años posible en Primera, que la gente disfrute y que perdure esa buena sintonía entre la hinchada y el equipo. Eso lo hay en pocos sitios. También la Copa. Es una competición que nos motiva a todos. Iremos a muerte a por ella.

—¿Cómo fue volver a ponerse los guantes para el partido de leyendas?

—Muy emotivo y lo voy a recordar siempre. Por el día tan especial, por reencontrarme con compañeros a los que llevaba mucho sin ver y porque tenía a mis hijos en el campo. Nunca me habían visto jugar un partido en Vallecas. Mi hija era un bebé cuando estaba en activo. Tenían ellos casi más ilusión que yo (risas).

—¿Quién conservaba la magia?

—Míchel y De Quintana siguen teniendo ese nivel de antaño.

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