Cien por cien Diego Martínez

“Llevo 22 años picando piedra”, expresaba Diego Martínez en su presentación con el Espanyol, el pasado 31 de mayo, cuando apostó por “conseguir cosas que ni imaginamos, que tienen que ver con el día a día”. Y día a día, partido a partido, está completando el entrenador perico un bagaje que había comenzado en el Granada, donde le siguen añorando, y que alcanzará este domingo, en el Nuevo Zorrilla ante el Valladolid, una estación simbólica. La de los 100 partidos en Primera División.

Llega Diego Martínez a esa efeméride en el que probablemente sea uno de sus momentos de mayor respiro desde que tomó las riendas del Espanyol, después de haber cosechado dos victorias consecutivas y de situarse a cuatro puntos del descenso tras meses en que encadenó un traumático mercado de verano, un tránsito irregular por la Liga, lesiones, sanciones y otra ventana de fichajes que no se resolvió hasta el último día. La montaña rusa en que esta temporada se ha convertido la pugna por la permanencia, sin embargo, seguramente le permitirán paladear debidamente estos 100 encuentros solo en caso de victoria en Pucela.

Mucho más agradecida, al menos en su globalidad, fue su prolífica etapa al frente del Granada, con el que logró un ascenso directo y dos campañas en Primera históricas: un séptimo puesto que daba la primera clasificación europea del club y una novena plaza en el siguiente curso, además de unas semifinales de la Copa del Rey y unos cuartos de final de la Europa League, frente al Manchester United. Fue en todo lo alto cuando decidió tomarse un año “sembrático”, como él mismo lo bautizó.

Con un resultado de auténtica locura arrancó la marcha en Primera del entrenador, el 17 de agosto de 2019 en La Cerámica frente al Villarreal. Fue un 4-4 repleto de alternativas en que hubo goles de penalti (Santi Cazorla y Fede Vico), en propia meta (Rubén Peña), uno de Moi Gómez, otro de Antonio Puertas, y también de algunos de esos atacantes que rara vez fallan, como es el caso del experico Gerard Moreno, Roberto Soldado y de Samu Chukwueze.

A lo largo de sus primeros 99 encuentros en la máxima categoría, ha cosechado Diego Martínez 35 victorias, 24 empates y 40 derrotas, o lo que es lo mismo, 129 puntos, el 43,43% de los que se habían puesto en juego. La conclusión más llamativa de su comparativa entre Granada y Espanyol es que, a pesar de sus históricos guarismos en el Nuevo Los Cármenes y de su titubeante Liga al frente de los pericos, no está tan lejos de su anterior etapa. Con el Granada consiguió el 44,73% de los puntos (102 en 76 jornadas), mientras que con el Espanyol lleva el 39,13%, fruto de 27 puntos en las 23 jornadas que se llevan disputadas.

Ha seguido implementando el técnico con los blanquiazules sus dibujos predilectos, mayoritariamente el 4-2-3-1 y el 4-3-3, y ha apostado de nuevo por que la estrella sea el equipo y por tener un juego “camaleónico”. Entre las principales diferencias radica el paso atrás que generalmente han dado las líneas con el Espanyol y la falta de extremos, que tan buen resultado le daban con los nazaríes.

“Crecer haciendo crecer” fue uno de los principios que se marcó Diego Martínez en su puesta de largo como entrenador del Espanyol, con el que firmó hasta 2024. Y, aunque han transcurrido pocos meses, no han dejado de suceder eventualidades que han forjado el camino. El siguiente paso sería alcanzar en el banquillo del Espanyol los 150 partidos en Primera, lo que significaría dos cosas: que la permanencia se ha conseguido y que el preparador gallego está cumpliendo su contrato. Pero, primero, va el 100: Valladolid-Espanyol.

Diego Martínez se pone a 100