Borja Iglesias desarticula a Rubi

El Betis se agarra a la zona Champions tras superar al Almería con una nueva muestra de pegada y fiabilidad en el Benito Villamarín. Dominó y también titubeó antes de que Borja Iglesias irrumpiera en el duelo para desarticular todo el plan de su amigo Rubi, el hombre que ayudó a que aterrizara en Heliópolis de su mano hace tres años. En cinco minutos claves tras la reacción del Almería, firmó un gol y una asistencia que llevaron el delirio a las gradas verdiblancas para que el sueño de la Champions sea más real. Nadie pesca en el Villamarín desde que arrancó la Liga.

Avisó Rubi en la previa sobre la intención del Almería de tener el balón, pero los primeros minutos expusieron un escenario muy alejado de esa posibilidad. El Betis tomó los mandos con mucha presencia de Canales y Rodri en la construcción mientras el conjunto rojiblanco lanzaba a Ramazani para la conquista de espacios. Avisó Rodri con un disparo bien protegido por la defensa del Almería y respondió Ramazani probando la seguridad de Rui Silva con un disparo poco incisivo. El belga insistía una y otra vez para colarse entre los defensores béticos y amenazar ese dominio local.

A Heliópolis llegó la lluvia y con ella el Betis rompió el equilibrio. Canales encontró casi de memoria a Álex Moreno por la banda izquierda para que éste se detuviera en el área, levantara la cabeza y sirviera atrás ante la llegada de William Carvalho. El portugués cruzó su remate a placer ante Fernando para alegría de la afición local. Sobre el césped, más espacios para el Betis y más necesidades para el Almería.

Se encontró más cómodo el cuadro de Pellegrini en ese nuevo contexto. Carvalho creció con los minutos y con el mayor atrevimiento del Almería. Pero el peligro seguía generado por esa banda izquierda en la que Álex Moreno era ya un vendaval. Cada internada del lateral zurdo suponía un dolor de cabeza para el equipo de Rubi. Antes del intermedio, sólo Fernando evitó que la ventaja verdiblanca fuese mayor mientras Canales parecía bailar a su antojo entre todas las líneas.

Rubi lanzó a los suyos a una batalla condicionada tras el descanso. Parecía más cómodo el Betis, quizás sintiéndose superior cuando sus transiciones generaban llegadas continuas al área contraria, pero el fútbol le enseñó que las confianzas resultan letales. Melero cazó un balón en una contra y sirvió a Touré para que éste fulminara a Rui Silva con precisión. Todo retornaba al inicio. Con el balón para el Betis y los espacios para el Almería. Álex Moreno rozó el tanto en su enésima aparición en el área rival y Rubi tiró de Robertone para encontrar más llegada.

En ese vértigo definitivo, el Betis sacó a relucir su pegada. El joven Juan Cruz amenazó con amagos y fue Joaquín el que inventó un pase mágico para que Borja Iglesias rompiera las tablas con un disparo perfecto e inalcanzable para Fernando. No tuvo bastante con eso el Panda, que poco después emuló a Joaquín con un pase entre líneas a William Carvalho que el portugués no desaprovechó. Cinco minutos letales para Rubi, víctima de un Borja Iglesias que él mismo invitó a llegar a Heliópolis de su mano hace tres años. Un golpe demasiado duro para un Almería con más intenciones que fútbol.

El Betis ató sus puntos entregando un billete de descanso a Canales y pausando el cierre con la clase de Carvalho y la firmeza de Guido. El conjunto bético toma un sitio en la zona Champions de la Liga y advierte al Almería de que la supervivencia en la élite tiene una exigencia elevada. La vuelta de Rubi a Heliópolis no varió ese factor ganador fabricado por Pellegrini en este Betis que quiere más.