Bordalás, querido y odiado en Pamplona

La relación entre Osasuna y Bordalás ha tenido sus idas y venidas. Hoy visita El Sadar con el Getafe, pero hubo un día, hace nada menos que 11 años, que el técnico alicantino pudo ocupar el banquillo pamplonés. Era 2014 y el club rojillo atravesaba la situación más complicada de su historia. Estaba en Segunda, bajo la dirección de una junta gestora, y la situación económica era complicadísima. Se pensó en él para que se hiciera cargo de un equipo en peligro. Hubo conversaciones, se barajaron cifras económicas y se le explicó el proyecto deportivo. Por entonces, Bordalás entrenaba al Alcorcón y éste se negó a facilitarle la salida. Finalmente, el elegido fue el legendario Urban.

Años después llegaron las desavenencias. Primero, cuando dirigía al Alavés: tras perder en El Sadar, se mostró molesto con las decisiones arbitrales. Pero las rencillas más fuertes entre Bordalás y Osasuna llegaron años después, cuando el alicantino puso en boca de Jagoba Arrasate palabras que no había pronunciado sobre los partidos “duros y trabados” trabados ante el Getafe. “Es de ser mal compañero”, lanzó. Semanas más tarde quedó resuelto el desencuentro. Hoy regresa a El Sadar, un estadio en el que, para qué engañarnos, no se le aprecia demasiado. Hoy el Getafe llega a El Sadar en una cómoda posición, con 11 puntos, cuatro más que los rojillos, quienes no atraviesan su mejor momento tras sumar sólo un punto de los últimos nueve posibles, es decir, tres partidos consecutivos sin conocer la victoria, la misma que atraviesa el conjunto azulón (sigue el partidio en directo en As.com).

A Lisci, con dos puntos por encima del descenso, parece que le encanta afrontar objetivos ante equipos peliagudos. En la víspera del choque dijo desear terminar su mala racha ante un conjunto rocoso como el que dirige Bordalás: “Me encanta que venga el Getafe, quiero un reto difícil y complicado. Será difícil, pero es lo que quiero ahora mismo”. La idea es mantener su imbatibilidad en El Sadar, donde hasta la fecha suma dos victorias y un empate.

Osasuna ha perdido en todos sus encuentros a domicilio de este inicio liguero y en su última actuación en La Cartuja no logró ni siquiera tirar a portería. Les falta mayor regularidad en los encuentros. Combina buenos minutos de juego con otros en los que corre detrás del balón sin capacidad de imponer sus ideas.

Lisci recupera a Rubén García, quien no había entrado en las dos últimas convocatorias por motivos familiares. Esperará tu turno desde el banquillo y podría tener minutos en la segunda parte. Sigue contando con la baja de Oroz, quien regresará de su lesión pasado el próximo parón de selecciones en noviembre. Moi Gómez será el elegido para suplirle. La única duda de Osasuna estará en la defensa. Con Juan Cruz ya recuperado, queda ver si el técnico italiano prolongará la estancia de Herrando junto a Catena y Boyomo o devolverá al primero al eje de la zaga.

El Getafe llega al encuentro ante Osasuna con el objetivo de alargar el buen inicio de campaña. Es un estadio complicado, pero contra un rival que sólo le ha ganado una vez desde 2014, cinco en las 16 visitas, y al que parece que Bordalás le ha tomado la medida en los últimos tiempos. Los del sur de Madrid siguen echando en falta a Adrián Liso, pero plantearán un equipo competitivo con la principal duda de quién acompañará a Borja Mayoral en la delantera.

Bordalás, después de un inicio complicado por la ausencia de sus fichajes a causa del limite salarial, insiste en que cuenta con una plantilla corta. De hecho, después de empatar frente al Levante, se quejó de ser el único equipo de la Liga que tiene sólo a un atacante puro (Borja Mayoral): “No conozco un equipo profesional que tenga solo un delantero”.

¡Tus opiniones importan! Comenta en los artículos y suscríbete gratis a nuestra newsletter y a las alertas informativas en la App o el canal de WhatsApp. ¿Buscas licenciar contenido? Haz clic aquí