Bienvenido, Mr. Dovbyk
El flamante delantero del Girona se estrenó en LaLiga de manera inmejorable. Marcó en su quinto toque de balón y dio el primer punto del curso a su equipo. Las expectativas con él siguen al alza.
Mientras que la posición de Rey tiene nombre y apellidos, los de Christian Stuani, en Girona parece que tienen nuevo príncipe: Artem Dovbyk. Su carta de presentación en LaLiga, con el duelo ante la Real Sociedad, fue inmejorable y es que el gigante ucraniano solo necesitó cinco toques de balón para marcar su primer gol y dar el primer punto de la temporada a su Girona. Sin duda, toda una declaración de intenciones de un ‘9′ que confirmó por qué hay tantas expectativas con él.
Lo que parece claro es que se trata de un delantero al que le pesa muy poco el cartel de fichaje más caro de la historia del Girona. Por Dovbyk se pagaron algo más de siete millones para poseer el 70 por ciento de sus derechos y, si mantiene el ritmo y cumple con lo esperado, puede salir muy barato. Es un francotirador del gol: apunta, dispara y marca. Además, tal y como se vio ante la Real Sociedad, atesora una gran potencia física y poderío aéreo. Tal y como advirtió Aleix García, “es un armario, los rivales van a sufrir con él en cada acción”.
En Girona se frotan las manos con el punta ucraniano, aunque paso a paso. Y más cuando lleva poco más de una semana en la dinámica gerundense: “Tenemos muchas expectativas con él, pero hay que tener tranquilidad. Acaba de llegar y está en un proceso de adaptación a todo, la ciudad, el equipo... ante la Real ha hecho 30 minutos buenos, igual que Stuani ha hecho 60′ excepcionales, se ha vaciado. Tenemos dos delanteros que nos aseguran gol y un equipo que lo buscará. Creo que es un jugador que nos puede ayudar en esto y que tiene características diferentes a las de Stuani, pero son dos delanteros que se complementan perfectamente e incluso pueden jugar juntos. Nos mejora y nos completa, me alegro que ya haya hecho gol”, comentó Míchel.
Es cierto que todavía necesita proceso de adaptación, entre otras cosas por el idioma, pero en el vestuario rojiblanco tiene al mejor cicerone posible, su compañero de selección Viktor Tsygankov. Ambos ya dejaron claro que la conexión ucraniana funciona ante la Real y es que entre los dos fabricaron el empate. El Girona parece haber encontrado un filón para esta temporada.