Benítez no encuentra a su Baraja
El madrileño se reencuentra con su pupilo echándole más de menos que nunca, pues carece de ese mediocentro ofensivo que lance al equipo.
Hace 20 años, Benítez conquistaba su segunda liga en tres temporadas con el Valencia gracias al consistente mediocampo formado por Albelda y Baraja, dos jugadores que se convirtieron en buques insignia de la mano del entrenador madrileño. Este sábado Benítez y Baraja se reencontrarán en Mestalla, recordando viejos tiempos y, en el caso del preparador celeste, anhelando ese tipo de futbolistas para su actual equipo. Rafa Benítez ha probado con diversos nombres, pero sigue sin encontrar a su Baraja en Vigo.
El Pipo, que ya había sido importante en la primera liga de Benítez, fue indiscutible en la liga conquistada hace 20 años, firmando unos números estratosféricos para un mediocentro que se desenvolvía en el doble pivote: 8 goles y 4 asistencias. Albelda ejercía de ancla y Baraja soltaba amarras, una fórmula que busca repetir Benítez en Vigo, pero no está encontrando el rendimiento adecuado de sus jugadores.
Luca de la Torre ha sido el jugador más utilizado en esa posición, pero no acaba de estar a la altura de lo que necesita un mediocentro ofensivo. El americano no es capaz de llevar la manija, se pierde en conducciones y le falta último pase, ya no digamos gol. De hecho, todavía no se ha estrenado como goleador en Liga después de 39 partidos. En ese puesto también han actuado Dotor y Sotelo. El ex madridista todavía está verde para la categoría y no ha demostrado la llegada que sí tenía en el Castilla, mientras que el canterano del Celta es un perfil de jugador más dedicado a la construcción que a lanzarse hacia el área contrario. Pese a su juventud, ha sido el que ha demostrado tener mejores cualidades para liderar el centro del campo en un futuro.
El problema se agranda en la medular porque Benítez tampoco encuentra a su Albelda, Durante las primeras jornadas, Fran Beltrán fue el elegido y su puesto parecía intocable, sobre todo por falta de alternativa, pero el bajo rendimiento del madrileño llevó a Benítez a probar suerte con Renato Tapia, un futbolista que intentaron sacar en verano y se toparon con su negativa a salir (está en su último año de contrato).
Pero el remedio fue peor que la enfermedad. En su primera aparición en Liga, frente al Real Madrid, Tapia sale en la foto del gol de Bellingham por medir mal su salto de cabeza a la hora de despejar el córner. En la segunda oportunidad con minutos que no sean de la basura, también desde el banquillo, vuelve a aparecer en la foto del gol rival, pues muestra una tremenda pasividad cuando le toca acudir a la ayuda del centrador. Sí hace una buena actuación en su primera titularidad, donde destaca por la destrucción ante el Girona, aunque está bastante impreciso en la salida de balón. No obstante, la jugada que le inhabilita definitivamente para ser titular es su auto expulsión frente al Sevilla, una acción imperdonable que le cuesta tres puntos a su equipo. Tras cumplir sanción, el peruano vuelve a estar disponible, pero parece impensable que tenga la más mínima opción de regresar al once.
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