VALENCIA

Baraja y la meritocracia

Javi Guerra y Diego López han desbancado del once a jugadores como Hugo Guillamón, Yunus Musah, Samu Castillejo o Ilaix Moriba. Los jugadores del filial han jugado los últimos partidos desde el inicio.

ALBERTO IRANZODiarioAS

El fútbol no mira el DNI. Eso, al menos, es lo que piensa Baraja cuando plantea los partidos. La confianza en los canteranos es la seña de identidad del técnico las últimas semanas y estos están respondiendo con fútbol y goles. Javi Guerra y Diego López se han hecho con un puesto en el once titular y va a ser difícil que vuelven al banquillo si siguen mostrando el nivel de las últimas semanas. El técnico ha demostrado que no se casa con nadie y que, con él, juegan quien se lo merece. Guerra renovó hace unas semanas y Diego está a punto de hacerlo.

El problema es que para que jueguen unos otros tienen que estar en el banquillo. Guillamón e Ilaix Moriba partían como titulares a principio de temporada, pero poco a poco su presencia en el equipo se ha ido diluyendo. El caso de Hugo es el más relevante. El 6 ha pasado de ser el pivote titular del Valencia a no jugar minutos. Fue convocado en la lista de Luis Enrique para disputar el Mundial y desde entonces su rendimiento ha ido bajando. No ha participado ni un minuto en los últimos nueve partidos donde Javi Guerra le ha robado el sitio en la medular.

Ilaix Moriba nunca ha sido titular indiscutible, pero de una forma u otra siempre disfrutaba de minutos durante los partidos. Lleva tres jornadas sin aparecer y a las órdenes de Baraja solo ha jugado tres partidos de titular. Javi Guerra ha llegado para quedarse. Ha entrado con fuerza en el equipo y, ahora mismo, es difícil que lo pierda.

Diego López empezó a jugar más tarde que Guerra, pero su progresión está siendo exponencial. El futbolista ha marcado en los dos últimos encuentros en Mestalla y asistió a Kluivert para que marcara ante el Celta. Yunus y Samu Castillejo han perdido su sitio en el equipo para que juegue el 40. Poco a poco ha ido ganando terreno y, con hambre, esfuerzo y trabajo, está dando motivos a Baraja para que siga confiando en él.

Los jóvenes han llegado con hambre y están respondiendo a las necesidades que tiene el equipo. En un momento complicado para el Valencia, Baraja ha confiado y dado continuidad a los jugadores que, a su parecer, están mejor que el resto. Pipo premia la meritocracia.

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