VALENCIA

Baraja, de profesión: apagafuegos

El ‘Pipo’ afronta su primera experiencia en un banquillo de la máxima categoría. Su Valencia le espera tras trabajar en clubes históricos y en apuros.

PEPE ANDRESDiarioAS

“Uno de mis sueños es entrenar al Valencia”. Así, sin rodeos, se expresaba Rubén Baraja (Valladolid, 1975) hace menos de un mes cuando concedía una entrevista a la Cadena Ser. El ‘Pipo’ no se escondía. Desde que colgó las botas, el banquillo de Mestalla siempre le atrajo. Ahora, después de seis temporadas haciendo la ‘mili’ en Segunda, cumple su gran sueño. Baraja entrenará al Valencia hasta final de temporada. La situación del conjunto ché es dramática, en puestos de descenso y con una fractura social irreversible. El caramelo puede estar envenenado, pero nadie dudaba de que Baraja podía dejar a su Valencia en la estacada cuando le llamasen a filas.

Laureado como jugador, con dos Ligas, una Copa, una UEFA y una Supercopa de Europa en su palmarés, al vallisoletano le gustan los grandes retos. Por delante, tiene uno mayúsculo, algo desconocido para uno de los mejores centrocampistas de la historia ché. Baraja jamás se vio como jugador en una situación como la actual, pero nunca se arrugó. Después de pasar por cinco banquillos de Segunda, tomará la alternativa en la máxima categoría este lunes, una final ante el Getafe. Su debut en Primera será ante un rival directo por la salvación. A su lado, su inseparable Carlos Marchena, el otro icono valencianista que ha reclutado el club para escapar del infierno. Aunque llega a Mestalla sin experiencia en Primera, Baraja tiene de oficio apagafuegos. Lo hizo en históricos como el Elche, Sporting o Tenerife, clubes que también pedían auxilio.

Marchena y Baraja, antes de un entrenamiento con el Valencia en febrero de 2010.ALBERTO IRANZODIARIO AS

Baraja se forjó como entrenador en su Paterna, en el Juvenil del Valencia. Por circunstancias del guion, llegó a dirigir al Mestalla en un partido. El ‘Pipo’ tomó las riendas del filial durante una semana, entre la salida de Nico Estévez y la llegada de Curro Torres. Su alternativa en el Mestalla terminó con una victoria, ante el Sant Andreu. Baraja necesitaba un cambio e hizo las maletas.

El Elche le reclutó para afrontar su primera experiencia en el fútbol profesional. Baraja tomó las riendas de un equipo destruido, recién descendido a Segunda administrativamente. Ramón Planes fue su valedor y le hizo un equipo a marchas forzadas, casi sin tiempo. Muchos descartes y jugadores jóvenes sin experiencia que poco a poco fueron cogiendo la idea del vallisoletano. Baraja salvó al Elche con mucha tranquilidad. Cumplió los objetivos con creces y en el Martínez Valero quisieron renovarle. Fue el propio exjugador del Valencia el que decidió cambiar de aires. En Elche, destacó por mostrar un fútbol práctico y de mucho oficio. En ataque, le ‘sacó' 22 goles a Sergio León. Baraja se marchó del Martínez Valero con buen sabor de boca porque en el Elche fue el único sitio en el que pudo empezar y terminar una temporada completa.

Baraja, técnico del Elche, en septiembre de 2015.FITO GONZALEZDIARIO AS

Tras su paso por tierras ilicitanas, le llamó el Rayo como recambio de Sandoval. Baraja sólo aguantó 13 jornadas en Vallecas, con tres victorias, cuatro empates y seis derrotas. El ‘Pipo’ no pudo remontar el vuelo en un equipo que terminó con tres entrenadores esa temporada. Tras el Rayo, le reclutó el Sporting, otro histórico en apuros. Baraja llegó como hombre de emergencia tras la destitución de Paco Herrera y este no decepcionó. Pronto, se hizo con el vestuario y firmó una de sus grandes rachas: ocho victorias seguidas en Segunda.

“Mi experiencia con Baraja fue muy buena. Es de los mejores entrenadores que he tenido en mi carrera. Me sorprendió su forma de entrenar y de preparar los partidos. Con balón, reflejó lo que fue como futbolista. Es decir, se vio a un Sporting alegre, que intentaba tener la posesión. Casi ascendimos a Primera. Me parece un gran entrenador y puede ser muy bueno para el Valencia porque es de la casa. Le puede venir muy bien. Su día a día es muy bueno. Es un tipo serio, pero sabe cuándo puede hacer bromas. Creo que le ha llegado su momento de tocar la Primera División y estoy convencido de que lo va a hacer muy bien”, explica a AS Carlos Carmona, exjugador del Sporting que lució la camiseta rojiblanca en 293 ocasiones.

Tras dejar al Sporting a las puertas de Primera, Baraja fue despedido en la siguiente jornada en la jornada 14. El ‘Pipo’ cambió Gijón por Tenerife, otra vez fichado como apagafuegos y recambio de Lópex Garai. En la isla no le fue mal. De hecho, ilusionó al ‘Tete’ con pelear por el ascenso. Su fútbol no terminó de enganchar, aunque se vio a un equipo trabajado. En Tenerife puso en práctica lo de jugar con dos laterales por la misma banda. Al final de curso intentaron renovarle, pero Baraja, como había hecho en Elche años atrás, decidió hacer las maletas.

Su última aventura fue en el Real Zaragoza. La Romareda no le sentó del todo bien y Baraja sólo estuvo diez jornadas al frente del equipo. Seguramente, en el conjunto aragonés vivió su pero experiencia en un banquillo. Pero todo aquello le curtió para esperar su gran momento. El banquillo del Valencia, su gran sueño, ya le espera.

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