Aspas no necesita pretemporada

El Celta inauguró el carrusel de amistosos de esta pretemporada otoñal con un encuentro especial ante el Boavista, en la reedición del primer partido de la historia celeste celebrado en 1923. Ambos conjuntos se midieron 99 años después para dar el pistoletazo de salida al Centenario celeste. Si hace un siglo los vigueses golearon (8-2), esta vez las fuerzas estuvieron totalmente igualadas. Los portugueses no han parado de competir durante la disputa del Mundial y se les vio con algo de más de ritmo que a los locales.

De hecho, las primeras ocasiones cayeron del lado visitante gracias a la inspiración de Mangas. El lateral puso un gran centro al corazón del área primero, que Bozenik desaprovechó rematando fuera, y realizó un buen disparo después, obligando a Marchesín a emplearse a fondo. La respuesta de Aspas no se hizo esperar. El moañés, que comenzó el duelo embelesando a la grada con un remate de escorpión, inauguró el marcador con un buen testarazo a la red. Mingueza fue quien le puso el centro medido desde la derecha, actuando de lateral ante las bajas de Mallo y Kevin.

El Boavista se rehízo enseguida, apenas tardó cinco minutos en igualar el marcador. Bozenik estuvo más certero en esta ocasión, culminando un pase de Bruno. En la reanudación del choque Aspas quiso marcar territorio de nuevo, pero Gonçalves estuvo atento para cerrarle la puerta del gol. La réplica llegó en la portería contraria, con Marchesín repeliendo un chut de Salvador. No había mucho ritmo de juego y los golpes llegaban a cuentagotas.

El carrusel de cambios frenó todavía más la velocidad del partido. A los suplentes de uno y otro equipo les costó pisar el acelerador, aunque Fran Beltrán rozó el gol en dos disparos gemelos de larga distancia. Gonçalves despejó los dos tiros del mediocentro de Seseña para que su equipo saliera con vida de Balaídos.