ESPANYOL - VALENCIA

Catoira: de “trabajador” del Valencia a líder del Espanyol

A las puertas del partido del domingo, el director deportivo perico rememora su etapa en el club ché en la que creció gracias a su carácter trabajador y a su facilidad para detectar el poder.

RCDE

“El futuro del club tiene que tener el sello de Catoira, sin desmerecer el trabajo que se ha hecho. Mi recorrido personal habla más de un trabajador de club que no de una persona asociada a una persona”, aseguraba Domingo Catoira cuando fue presentado como director deportivo del Espanyol el pasado mayo y se le preguntó por si su figura era una continuidad de la de Francisco Rufete. Ambos llegaron de la mano, más bien Rufete se trajo a Catoira, después de coincidir en Valencia. Pero Catoira, dos años después, asumió el área de mayor responsabilidad y se desmarcó de su antecesor desde el primer día.

La dirección deportiva del Espanyol ha sido, hasta el momento, la cúspide de la carrera en los despachos de una persona que definen en Valencia como “trabajadora”, que se marchó como empleado en la sombra con buena imagen y con la habilidad de saber detectar el poder y relacionarse con él. “Catoira nunca pierde”, explica una profesional que ha trabajado codo con codo con el gallego. Pese a vivir una primera etapa en Valencia en 2010 con Braulio Vázquez, a quien después acompañó por otros clubes como el Valladolid, el técnico regresó en 2017 para formar parte de un proyecto de dirección deportiva liderado por Vicente Rodríguez.

Su red de scouters eran otros profesionales como Antonio Salamanca, Angulo, Jorge López o Alberto Carmona. Catoira se encargaba del fútbol europeo y de la liga española, viajaba y proponía jugadores de todo tipo, que después se consensuaban entre sus compañeros. Catoira era una persona dedicada, capaz de pasarse ocho o diez horas en la ciudad deportiva con informes y viendo partidos, pero tenía insistencia con futbolistas que después no dieron nivel, como por ejemplo Jason (David Remeseiro Salgueiro). “A veces se iluminaba con fichajes”, explica esta misma fuente.

Rufete y Vicente Moreno.JOAN M. BASCUDIARIO AS

La llegada de Mateu Alemany y de Marcelino García Toral colocó en el puesto de jefe de ojeadores a Pablo Longoria, ahora en el Olympique de Marsella, y eso provocó que saltase Vicente. “Longoria me eganñó como a un chino y no demostró nada”, dijo en una entrevista en Las Provincias. Catoira estableció una buena relación con el asturiano, quien recientemente en una entrevista en AS comentó que “es una gran elección para el Espanyol, la apuesta por alguien tan trabajador, honesto e inteligente... Tiene una gran oportunidad para demostrar los valores que ha exhibido siempre en los clubes donde ha estado, pero sobre todo donde veo que mejorará es que se tratará de un proyecto coherente, lógico y donde todas las piezas estarán conectadas y tendrán sentido”. Catoira fue despedido por César Sánchez en enero de 2020 ya sin Longoria. El ex portero se llevó a su equipo y con Catoira se puso fin a los ojeadores que quedaban de la época anterior.

El director deportivo, apenas cuatro meses después de aquello, recaló en el Espanyol. Rufete lo rescató. Después de este mercado, el nuevo director deportivo no ha salido especialmente reforzado del mercado de verano después de la gestión del caso de RdT y de las carencias de la plantilla. También la gestión de la portería, la ausencia de un central o la llegada de jugadores que no eran titulares en sus equipos y que desempeñan un rol secundario con Diego Martínez, como José Carlos Lazo o Dani Gómez, quien ya lo quiso fichar Braulio para Osasuna. El ascenso de Catoira, respaldado por Mao Ye, CEO del club (”Rufete no es quien decide todos los fichajes porque tiene un equipo de secretarios técnicos detrás, solo es la cara visible”, dijo el 23 de abril), vivirá otra prueba de fuego en el mercado de invierno mientras este domingo el Valencia le transportará a otra época reciente de su carrera.

Lo más visto

Más noticias