Aprobados y suspensos en el Sevilla: pierde hasta el alma

Otra vez fue fatídico el minuto 20, como ante el Barcelona. Haaland alargó su leyenda negra en Nervión. El Sevilla, de fútbol acorazado del primer tiempo para evitar una mayor herida, se aferró un ratito a la casta en la reanudación con minutos prometedores hasta que Jordán acabó con el invento con una pérdida clamorosa. Sin alma, desgarrado de impotencia, el equipo de Julen Lopetegui empeoró en unos días, entregó las armas con el segundo mazazo y acabó descompuesto. ¡El primer disparo a puerta fue obra de Suso en el minuto 81! Encadenó goleada y sainete. Sin espíritu para rebelarse, queda la duda de si será capaz de reanimarse visto el panorama.

Bono: Abandonó el terreno de juego desesperado y llorando. Sus intervenciones providenciales evitaron otros tres goles.

Jesús Navas: Sólo la casta no es suficiente.

Carmona: El mejor escudero de Bono, pese a la goleada. Rápido, aguerrido, sin complicarse, pero demasiada exigencia para un proyecto de central. Sacó un gol en la línea.

Nianzou: Desprotegido. Le llegan los rivales sueltos y como aviones.

Acuña: Dimitió en la combinación por su banda que originó el 0-1.

Rakitic: Falto de piernas es imposible.

Gudelj: Ni tapa ni presiona. Deambula.

Delaney: A los cinco minutos desapareció. Cambio cantado.

Álex Telles: A contraestilo.

Papu Gómez: Pone carácter y nunca se esconde, pero eso no justifica su titularidad.

Isco: Un jugador de primerísimo nivel. Va cogiendo el tono, pero es un náufrago.

CAMBIOS

Jordán: Una pérdida en la medular derrumbó al Sevilla. No está para nada. Ya había amagado con una cesión pésima con la cabeza minutos antes.

Rafa Mir: Carreras alocadas, rehúye el forcejeo con los centrales. Una tuvo en el área y tardó un mundo en girarse para armar el disparo.

Dolberg: Primer aviso.

Suso: De pretemporada, muy lejos del mínimo físico.

Januzaj: Estreno testimonial.