El Madrid ofrece renovar a Blanco
Tras vivir un infierno en Cádiz, ha explotado en 2023: ascenso a Primera y posible campeón Sub-21. No tiene hueco en la actual plantilla, pero el club le quiere renovar con vistas al futuro.
Otro crack sin hueco. Víctima del overbooking del centro del campo del Real Madrid. Camavinga, Tchouameni, Bellingham, Modric, Kroos, Valverde, Ceballos... ¡Y ahora Güler! Ocho, son ocho los jugadores que Ancelotti tiene, en estos momentos, para su sala de máquinas. La Misión es Imposible. Así que Antonio Blanco es empujado a ser otro ‘diamante de La Fábrica’ sin hueco en lo más alto. El fichaje de Tchouameni, en su día, le supuso un duro revés, pero hoy en día ya es una quimera. Acaba contrato en 2024, por lo que este verano es determinante para encontrarle un destino. Pero el Real Madrid no quiere perderle de vista, atendiendo al rendimiento que está mostrando: le ofrecerá la renovación para luego cederle a un destino donde se asegure minutos de calidad. Y en el futuro, habrá que ver si tiene o no sitio, probablemente dependiendo de que Tchouameni mejore sus prestaciones de esta pasada temporada.
Blanco entiende que salir es lo mejor para él. Directamente. Que se quedaría en el Real Madrid con los ojos cerrados (“Si Ancelotti me dice que me quede, ¡yo encantado”, esbozaba, sincero en una entrevista con este periódico), pero sabe que es una utopía. Que, al menos a corto plazo, le tocará hacer carrera lejos de Chamartín. Como ya sucediese este último año. Lo cierto es que ha vivido una montaña rusa esta temporada: tras recibir la noticia de que no subiría al primer equipo, optó por salir cedido al Cádiz. Y allí vivió un infierno: “Han sido los meses más duros de mi carrera hasta el momento”. No contaba para Sergio González, jugando sólo cuatro partidos y 250 minutos. En ese atolladero llegó a Navidad, cuando habló con el Madrid para hallar una solución.
La explosión
Sentía que estaba tocando fondo, pero a veces hay que hacerlo para tomar impulso y volver a la superficie. Amparado en esa filosofía, se rompió la cesión con el Cádiz y firmó una nueva con el Alavés, hasta final de temporada. Y ahí empezó todo, el Big Bang. Porque en Mendizorroza fue ídolo y pilar indiscutible: firmó el 12 de enero, debutó el 17 (en Copa, ante el Sevilla) y el 21, ya era titular. Disputó 17 partidos de Liga... y en todos salió de inicio. Eje central y Gloriosa decisión. “La gente me decía que bajar a Segunda era dar un paso atrás, pero yo sabía que no. Se ha demostrado que era hacia adelante. He crecido, he tenido minutos y he subido a Primera. No se puede pedir más”, apuntó.
¿Campeón Sub-21?
Este sábado se responderá la pregunta (final ante Inglaterra, 18:00 horas). Antonio Blanco está siendo el pivote titular de una generación que está agitando la ilusión en el equipo nacional, tras años de sabor insípido. Con el talento de Sancet, Álex Baena, Gabri Veiga, Riquelme, Abel Ruiz... y él. Pese a atravesar una pequeña crisis entre junio y noviembre del año pasado, ha acabado volviendo a la dinámica y Santi Denia no dudó en reclutarlo para este torneo. Ha sido titular en todos los partidos, salvo el tercero de la fase de grupos, donde asomó una rotación generalizada. Y anotó el tercer gol en las semis frente a Ucrania: un zurriagazo raso desde la frontal para encarrilar el pase a la final. Hace apenas seis meses estaba casi hundido en Cádiz. Ahora, se asoma al mercado con un aura dorada. Brillo de ‘joya’ por la que habrá muchas pujas y por la que el Madrid no quiere perder su actual posición. Por eso, le ofrecerá extender la vinculación que les une, de momento, hasta 2024.