Alerta Vinicius: apercibido para el partido ante el Valencia

“Yo quiero mucho a Vinicius y queremos que sea más respetado por parte de todos. Todos le aprietan. Le dan patadas. Hoy le han sacado una tarjeta cuando a él le han dado muchas patadas. Tiene que mejorar en ese aspecto, pero es muy joven y todo el mundo le está apretando”. Las palabras de Carlo Ancelotti en los interiores de San Mamés defendían a su jugador brasileño. Vinicius había sido el jugador sobre el que más faltas habían cometido los jugadores del Athletic con un total de seis. Él, por su parte, había cometido tres, una de las cuales le costó una tarjeta amarilla: fue una dura entrada al tobillo de Lekue. Era la cuarta cartulina que ha visto desde el comienzo de la Liga… y el motivo por el que esté apercibido para el encuentro ante el Valencia del próximo jueves (21:00 horas). Las otras tres amarillas las vio ante el Barcelona por protestar, ante el Rayo también por derribar a un contrario y frente al Cádiz, por encararse con un rival, en este caso Fali: el madridista le recriminó al cadista un codazo que le había dado a Rodrygo.

Vinicius atesora 62 faltas de las 220 que ha recibido el Madrid en los 17 partidos que ha disputado hasta el momento (el 28,18% del total). Sólo Camavinga (ante el Athletic le pitaron cinco faltas a su favor) y Militao (ante el Cádiz gano cuatro infracciones) le impiden completar un terrible ránking de ser el jugador del Madrid sobre el que más faltas cometen los rivales. El brasileño sale a una media de casi cuatro faltas por partido (3,65), pero apenas ha visto cómo sólo se ha sancionado a nueve rivales por esas acciones (Morata, que ha sufrido 32 faltas, ha sacado 11 tarjetas a sus rivales sin ir más lejos). Salvo el encuentro en Valladolid, donde no fue objeto de ninguna falta, en el resto de choques siempre se le ha señalado una falta a favor, siendo los encuentros ante el Rayo y el Villarreal los encuentros donde más se le señalizaron a su favor: siete faltas.

Desde que llegó a España en 2018, a Vinicius le han sacado 17 cartulinas amarillas en Primera División. Salvo en su primera temporada (la 2018-19 fue la campaña de su debut en el fútbol español), en el resto siempre ha visto alguna tarjeta. Curiosamente, durante su etapa en el Castilla vio cuatro tarjetas e incluso ante el Celta B fue expulsado por doble amonestación. En la campaña 2019-2020 vio cuatro amarillas (las mismas que suma ahora). La 2020-21 vio apenas tres amarillas, pero el cambio radical vino en la temporada 2021-22: vio seis amarillas, dos por encararse con rivales (Unai Vencedor, Athletic, y Ángel, Mallorca), una por subirse a la grada a celebrar un gol (Celta), otra por perder tiempo desplazando el balón (Valencia), otra por protestar una decisión arbitral (Villarreal) y una última por derribar a un contrario de manera temeraria (Elche).

Vinicius sólo se ha perdido un encuentro por acumulación de amonestaciones: fue en la campaña 2021-22, cuando no jugó el encuentro ante el Granada de la jornada 23 (triunfo blanco por 1.0, gol de Asensio). Ante la Real Sociedad corre el riesgo de ver otra tarjeta. Se perdería el partido del jueves ante el Valencia. Ahora, al fondo aparece la visita a Mallorca, donde ya se las tuvo tiesas el año pasado con algunos jugadores, como Maffeo, que le hizo una durísima entrada en el minuto 29. Sánchez Martínez, árbitro del encuentro, no la sancionó como falta, lo que motivó el enfado del brasileño y que el colegiado le amonestase a él en vez de al futbolista bermellón. Incluso llegó a amenazarle con la expulsión. En el encuentro de la primera vuelta de la presente temporada, fue incluso peor: a Javier Aguirre, técnico mallorquinista, se le escuchó gritar a un jugador suyo: “¡Pégale, pégale!”…

Ahora en apenas 17 encuentros suma ya cuatro tarjetas… Su carácter y su personalidad le llevan a no arrugarse nunca, algo que los rivales aprovechan para intentar desquiciarle y sacarle de esa manera del partido. Zidane comenzó a hablar con él para intentar serenarle y que no entrase en esas provocaciones. Ancelotti se lo dijo en San Mamés: “No hables con él (por el colegiado). Habla conmigo”. Minutos después era sustituido. Ancelotti, listo como pocos, le abrazaba y le daba un beso como un padre a un hijo…