Pretemporada con más sombras que luces para Miguel Ángel Ramírez
El juego del equipo y los resultados de los amistosos, con solo un triunfo y cuatro goles en seis partidos, siembran inquietan entre los aficionados.
El Sporting ha cerrado una pretemporada que ha sembrado, cuando menos, inquietud entre la afición que, sin embargo, ha mostrado un alto grado de fidelidad en el período de renovación de abonos. Solo un partido ganado, tres empates y dos derrotas es el balance en resultados, aunque los marcadores son lo de menos en el tiempo de preparación pero orientan también. Otra cosa es el balance numérico, sobre todo en goles --cuatro a favor en seis partidos--, y las sensaciones que ha dejado el equipo en cuanto a juego, sin duda, deficiente para la inmensa mayoría.
En ese sentido, el equipo de Miguel Ángel Ramírez ha dejado una impresión negativa de forma generalizada. Al final de la pasada campaña se había hablado de mejorar el nivel de la plantilla y esta circunstancia aún no se ha producido aunque hay tiempo para conseguirlo hasta el 31 de agosto. No obstante, el Sporting solo tiene libre una ficha profesional en estos momentos y deberá provocar la salida de algún futbolista si quiere conseguir algún refuerzo más.
El portero Rubén Yáñez fue el único fichaje con el que pudo contar Ramírez en las tres primeras semanas de puesta a punto. En la última semana de amistosos llegaron el central Róber Pier y el extremo Haissem Hassan, que necesitan su adaptación al equipo. Ahora se apunta a otro defensa y a un delantero como objetivos sine die, es decir, en cualquier momento del tiempo que falta para cerrar el mercado. El centrocampista que cubra la baja de Pedro Díaz, traspasado al Girondins de Burdeos, deberá esperar, en principio, al próximo período de compras y ventas allá por el mes de enero.
Las lesiones han sido otro handicap para el Sporting en el período de puesta a punto. El equipo rojiblanco sigue sin poder contar con Gio Zarfino y ha perdido durante este tiempo a hombres llamados a ser importantes como Guille Rosas, Dani Queipo o Jonathan Varane, que no van a poder iniciar el campeonato liguero. De cara a la primera cita liguera, también ha padecido problemas Gaspar Campos y Fran Villalba. En definitiva, todos son futbolistas con capacidad para ser titulares en el esquema de Ramírez.
El diseño de la pretemporada tampoco ha contribuido a ofrecer el mejor impacto en los aficionados. Acostumbrados a ver enfrentamientos con rivales de mayor exigencia según se acercaba el inicio de curso, el Sporting solo ha medido fuerzas con un equipo español de la misma categoría, el Burgos (1-1), y ha acabado con partidos ante conjuntos de inferior categoría (Avilés, Segunda RFEF, 0-0; Cultural Leonesa, Primera RFEF, derrota por 1-0) a una semana del estreno en la competición oficial.
Y esos tres partidos se disputaron, además, sobre campos en mal estado. Solo el Suárez Puerta presentaba un buen aspecto al principio, pero el paso de los minutos dejó claro que el césped no estaba lo suficientemente asentado por varias zonas, con el riesgo que ello conllevaba. En el tiempo en que los máximos responsables del Sporting han repetido en numerosas ocasiones los problemas y malas consecuencias que han traído el estado de El Molinón y de las campos de Mareo, este aspecto se ha descuidado en la elección de escenarios para esta pretemporada.
Experiencia positiva
Bien es cierto que la gira mexicana, seguro que necesaria en virtud de quien ahora tiene la propiedad del club (Orlegi Sports), ha condicionado todo. El único lunar en tierras aztecas fue el último partido, sobre un terreno de juego con césped artificial y un adversario de inferior nivel (la segunda mexicana está lejos del nivel de la española) que acabó en derrota frente al Atlético La Paz. Los otros dos encuentros con los hermanos Santos Laguna y Atlas, equipos de la máxima categoría en México, así como la experiencia vivida allí resultaron positivos.
En definitiva, el Sporting deberá apretar en su puesta a punto para comenzar con buen pie la competición oficial después de una pretemporada llena de sombras. Miguel Ángel Ramírez tiene tarea por delante, aunque deberá esperar a ver configurada su plantilla de forma definitiva. La salida de Víctor Campuzano o cualquier otro jugador a última hora debe abrir hueco para llegada de refuerzos que ahora reclama con insistencia una afición preocupada con el futuro de su equipo.