Plácida victoria del Eibar en Anduva ante un roto Mirandés

El Eibar prosigue con su ascenso en la tabla clasificatoria tras superar con autoridad al Mirandés en Anduva (1-3). El equipo de Etxeberria ni siquiera tuvo que apretar fuerte el acelerador ante una escuadra local que solo ejecutó un disparo entre palos, el gol del empate momentáneo. Lisci apostó de nuevo por una línea defensiva de cinco jugadores con el objetivo de que el equipo rojillo se mostrase más sólido en tareas defensivas. Aún así, el que asumió el control del juego desde el pitido inicial fue el cuadro armero. Stoichkov estuvo a punto de aprovechar un fallo en la entrega de Tomeo, pero su disparo con rosca se escapó lamiendo el poste izquierdo. Poco después probó fortuna Bautista desde el vértice del área, aunque sin suerte.

Los pupilos de Etxeberria, que regresaba a Anduva, siguieron insistiendo en busca del gol. De nuevo Stoichkov pudo inaugurar el marcador tras recibir el medido pase de Bautista. Su remate se escapó fuera por centímetros después de tropezar ligeramente en un defensor. A la media hora de juego, el Eibar se puso en ventaja. Bautista aprovechó un grave error de entendimiento entre Barcia y Luis López para batir a placer el marco rojillo (0-1). Antes del descanso llegó la igualada en el primer tiro a portería de los jabatos. El lateral Gómez ganó la línea de fondo para servir el tanto en bandeja a Gabri, su tercera diana de la temporada (1-1).

El segundo tiempo comenzó con gol. La escuadra azulgrana recobró la ventaja con un potente disparo de Vencedor (1-2). La zaga no acertó a despejar un balón dividido y el jugador cedido por el Athletic no se lo pensó dos veces desde la frontal para armar la pierna derecha. Enseguida movió ficha el técnico rojillo dando entrada a los atacantes Carlos Martín y Durdov. Pero el Eibar amplió la renta en otro fallo defensivo, esta vez de Barbu. Corpas le robó el cuero y Bautista cabeceó a la red el centro del extremo jienense (1-3).

El Mirandés tuvo la opción de recortar diferencias en un mano a mano de Carlos Martín del que salió victorioso el portero Luca. El Eibar supo administrar la renta frente a un rival nervioso que no sabía lo que hacer con el balón en los pies. Solo Gómez dejó destellos en un partido para el olvido que hace saltar las alarmas en el mirandesismo. Por su parte, el Eibar enlaza cuatro victorias que le permiten situarse en la parte alta.

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