Peligro: cuña de la misma madera

Dani Raba parecía predestinado a jugar en el Racing desde que empezó a pegar al balón con la zurda en el patio de los Escolapios, en la santanderina calle Canalejas. No solo porque lo hacía muy bien, sino porque era miembro de una estirpe de deportistas en la que corría por sus venas sangre racinguista. Sin embargo, nunca llegó a vestir la camiseta verdiblanca y no será hasta este lunes, ya con 27 años, cuando Raba vaya a pisar por primera vez el césped de El Sardinero. Y lo hará como rival del equipo en el que jugaron su abuelo y su bisabuelo.

En el primer partido de la primera liga, 28/29, cuando el Racing fue uno de los diez fundadores de la Primera División, el Racing ya alineó en El Sardinero, frente al Barcelona, a un Raba. Valentín Raba, el portero. El bisabuelo de Dani. En los años sesenta, otro Valentín Raba, Chiqui Raba, jugó como centrocampista casi un centenar de partidos con el escudo del Racing en el pecho. El abuelo de Dani. El siguiente eslabón de la cadena, Pablo Raba, padre de Dani, también fue deportista profesional, pero se decantó por el baloncesto y, claro, no jugó en el Racing. Lo verdaderamente extraño es que un santanderino, con ADN Racing, que no sale de la ciudad hasta acabar su ciclo como Juvenil en el Bansander, el segundo equipo de la ciudad, no es que no llegara a jugar en ninguna categoría con el Racing, que también, es que nunca recibió una oferta para enrolarse en el club de El Sardinero.

El propio Dani recordaba esta semana la falta de ofertas racinguistas en el fútbol base: “La única vez que hubo un acercamiento fue cuando fui con la selección cántabra Sub-18 a jugar a Canarias y en el aeropuerto de Las Palmas, Isaac Gutiérrez, que era el jefe del fútbol base del Racing, le dijo a mi padre que tendrían que hablar para ficharme. Nunca le llamó”. Sí lo acabaría haciendo, tarde, tras acabar su tercer año juvenil, para incorporarle al Rayo Cantabria, el equipo filial, pero para entonces Dani ya había firmado con el Villarreal, en cuya estructura estuvo durante seis temporadas y con el que llegó a jugar 69 partidos en el primer equipo.

El jugador santanderino, que es esta temporada uno de los habituales de Idiakez en el once inicial del Leganés, la mayoría de las veces jugando escorado a la derecha, a pie cambiado, jugará por primera vez como profesional en su ciudad en un estadio que, sin embargo, conoce perfectamente: “De pequeño y de mayor he ido a El Sardinero, es el equipo de la tierra y eso siempre tira, aunque no hayas jugado, quieras o no, una parte de ti es del Racing y siempre voy a desearle lo mejor, es el equipo de la tierra y la casa siempre tira”.

Respecto al partido contra los de José Alberto, Raba cree que “el Racing está en un buen momento de forma, en segunda todos los partidos son jodidos, muy igualados, y aunque les falten Pombo y Matheus tienen una plantilla muy bien hecha y los chavales del filial ya se ve que cuando entran dan nivel”. Eso será a partir de que comience el partido, antes Dani debe resolver otro problema: “Ya le he dicho al delegado que necesito todas las invitaciones, jajaja, que entre familia y amigos tengo muchos compromisos, jajaja”.