Países Bajos tantea a Morcillo mientras se lo piensa el Amorebieta
El extremo ha recibido dorsal, de nuevo el ‘2′, pero ya sabe que volverá a ser cedido.
El Athletic ha hecho públicos los dorsales para la temporada próxima. En este reparto, sorprenden dos casos. En primer lugar, el hecho de dejar a Martón sin número, algo que no esperaba el delantero tras las palabras de Valverde la semana pasada en Las Llanas aludiendo a que se miraría la opción de que pasara el corte. La ausencia de Serrano era más que vista, ya que su salida a Países Bajos es inminente, al Zwolle. Y también llama la atención el hecho de que Morcillo conserve el ‘2′.
El extremo izquierdo no cuenta para Valverde y tiene que hacer de nuevo las maletas. Necesita minutos y no los va a tener con Txingurri, tal y como comprobó el año pasado, en el que jugó ratitos en diez compromisos, hasta un total de 65 minutos. Hace dos temporadas ya tuvo que marcharse a préstamo al Real Valladolid y ahora va a seguir el mismo camino. El Amorebieta era el mejor posicionado, pero mientras se decide ha aparecido la posibilidad de seguir los pasos de Serrano, Córdoba y Álvaro Marín en Países Bajos. Este último se fue cedido a la Segunda neerlandesa, tras promocionar este verano del Basconia al Bilbao Athletic. El delantero de Cintruénigo marcó seis goles en 31 partidos con el filial gualdinegro la pasada campaña en Tercera Federación.
Morci firmó en su día hasta 2024 y se acordará la fórmula habitual de cesión pero una vez que renueve, o traspaso con opción de recompra. Valverde tiene ahora mismo por las bandas a Berenguer, los Williams e incluso va mostrando más confianza en Adu Ares. Ante las Chivas puso a Morcillo de lateral izquierdo, una posición en la que ha probado más de una vez por diferentes ausencias, síntoma claro de que no tiene sitio como extremo ahora mismo. Se fracturó la clavícula izquierda el 26 de febrero ante el Girona en San Mamés, y, a partir de ahí, no dejaron de surgir complicaciones. De hecho, tuvo que ser sometido a una tercera intervención quirúrgica por una herida que no terminaba de cicatrizar, por lo que se perdió la parte final del año.