ATHLETIC

Padilla declara eterna fidelidad a México

“Me siento mexicano, soy mexicano”, señala sobre su elección de representar al Tri. Ha vivido el sueño de debutar con el Athletic este mes y acaba de ser citado por el ‘Vasco’ Aguirre.

Álex Padilla está a punto de pasar la página ocho del calendario de 2024 y es posible que la guarde para siempre en un lugar destacado de su hogar. Aprovechando la oportunidad que le brindaban las desgraciadas lesiones de Simón y Agirrezabala, en este agosto ha cumplido el sueño de debutar como león, en San Mamés además, y de jugar ante todo un Barcelona. Tras una pretemporada con ciertas dudas, lo aprovechó, y de qué manera, fue el mejor del Athletic en ambos compromisos. Una parada ante Lewandowski le catapultó a las fotos en muchas crónicas del partido de Montjuïc. Ayer ante el Valencia ya dejó su sitio a Agirrezabala, uno de los espejos en los que se mira.

El joven guardameta se ha convertido en los últimos tiempos en un asunto nacional para México. Javier Aguirre ha escuchado el clamor popular y ha citado al rojiblanco en su primera lista como flamante entrenador del Tri. El Vasco se ha juntado con el lasartearra Joseba Ituarte, un exguardameta que estuvo en clubes más bien modestos que ejerce de entrenador de porteros en la selección norteamericana y que ya trabajó a su lado en el Leganés. También pasó por el Girona. La rapidez de Álex para asentarse en una de las mejores ligas del mundo ha asombrado a todo el país azteca.

Padilla, muy elogiado por Valverde este verano, se ha ganado a pulso este momento cumbre. Nació justo hace 21 años en Zarautz. Su padre es un comercial nacido en Renteria que solía desplazarse con asiduidad. En uno de sus viajes a México conoció a la que sería su esposa. Tres meses después de nacer el hijo de ambos Álex, se mudaron a Santa Rosalía de Camargo, pequeña localidad del estado azteca de Chihuahua. “Todos los recuerdos son muy familiares”, sostiene de aquella etapa en ese tono sosegado característico, eso sí sin acento mexicano. En efecto, Padilla vivió allí una infancia muy feliz. Pero con ocho años, de nuevo por las obligaciones profesionales de su padre, regresó a Zarautz. No fue fácil para el chaval. “Ese cambio me cuesta. Al principio no lo entiendo, tienes un sentimiento de rabia, es otra cultura, otras costumbres... El fútbol me ayudó para adaptarme poco a poco”, abre su corazón.

Adquirió la doble nacionalidad. El siguiente paso fue enrolarse en las filas del Zarautz KE. Poco a poco, fue creciendo, hasta que reparó en él Peio Agirreoa, un descubridor de talentos que trabajó con Arrizabalaga, Aitor Fernández, Unai Simón y Remiro. Habló con la familia cuando el chaval estaba en edad juvenil y se lo llevó a Lezama. “Es un portero grande que ocupa mucha portería. Tiene buen juego con el pie, largo, dispone de una buena palanca con la pierna que tiene”, destaca. Aún cree que debe mejorar en el juego aéreo, pero eso les pasa a muchos metas ya consagrados. Desde luego, en su estreno en Primera ha estado soberbio en esa faceta. Los tres tantos encajados ante Getafe y Barcelona con Padi, como le llaman muchos, bajo los palos no fueron por culpa de éste.

Padilla llegó a estrenarse con la selección española Sub-19, pero su cabeza tenía otras ideas. No deja de acordarse de México, allí tiene a casi toda su familia y va de vacaciones cuando puede. La Federación Mexicana estuvo en contacto con él en todo momento y no dejaron que se les escapase, tras formar en la Sub-23. La elección ya no se la mueve nadie. “Fue muy fácil: estando con México, mi mamá es la mamá más feliz del mundo y mi abuelita, también mis tíos y mis primos. Decido tomar la decisión de representar al país que amo,. Me siento mexicano, soy mexicano”, sentencia. En su casa nunca falta comida de aquel país: chilaquiles, entomatadas con las salsitas verdes o rojas, pico de gallo, guacamole... “en la mesa siempre tiene que haber algo”, se relame. Además, enseña un amplio tatuaje de su brazo: “El águila de México, con ‘no pain no gain’, sin sufrir no hay una recompensa, representa a México y mi vida”.

Su progresión ha sido meteórica. Ascendió al Basconia, realizó las últimas pretemporadas con el Athletic de Valverde y el año pasado tuvo la fortuna de estar presente en la gira por México y actuó ante las Chivas. Ha sido un fijo en las alineaciones del Bilbao Athletic estos dos últimos años. Desde niño siempre ha soñado con emular a Guillermo Ochoa. “Para mí, la trayectoria que ha tenido es de admirar. Desde que era pequeñito, Memo Ochoa ha sido una de esas personas que me ha inspirado”, confesó en una entrevista con la ESPN. “Cuando tenía la camiseta de la selección mexicana, siempre quería que atrás llevara el nombre de Memo Ochoa... Me gusta ese atrevimiento, esa valentía en el campo, cómo gestiona. Me acuerdo mucho del Mundial del 2014, el partido que hizo contra Brasil”, rescata. El famoso lema de Soñar, inmortalizado en un edificio cercano a la ría bilbaína, inspira a Padilla a concluir: “Se me está dando mi sueño”. Y finaliza emocionado al depositar la mirada sobre San Mamés: “Piel de gallina”.

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