Óscar Téllez y la camiseta de Abde Rebbach

Se cumple una semana del ascenso del Deportivo Alavés en Orriols. El gol de Asier Villalibre en el minuto 129 quedará para siempre en el recuerdo albiazul. El histórico central Óscar Téllez estaba en la grada porque suele ver los partidos con la peña Iraultza 1921. Es más, cuando fue operado de un problema muy serio en los oídos, recibió el apoyo de los aficionados y la elástica con la que jugó la final de la Copa de la UEFA en Dortmund está en la sede central de la peña. Aquel partido terminó 5-4 a favor del Liverpool y Téllez lo jugó entero. Con la prórroga incluida.

Después de retirarse como jugador, se hizo entrenador, fue comentarista de radio y trabajó en varios oficios. Desde descargar maletas en Barajas hasta montar autocares en Alsasua. También estuvo en la fábrica embotelladora de KAS. A nivel personal, se vino a vivir a Vitoria porque su pareja, Ainhoa, es alavesa. Ella tenía un niño fruto de su primer matrimonio llamado Ekaitz. Él lo trata como si fuera un hijo propio y eso que tiene otras dos chicas en Madrid, cuando estuvo casado con María Eugenia, su primera mujer.

Desde hace tiempo, Téllez va al campo y se pone en el fondo de las peñas, anima como uno más y se apunta a los viajes que organiza la gente de ese colectivo. Se ha implicado hasta el fondo y forma parte de todas las actividades que realizan los componentes de Iraultza 1921. Como era de esperar, estuvo en el Ciutat de Valencia y vivió en primera persona el ascenso del Glorioso el sábado pasado. Viajó en autobús, caminó por las calles de la capital del Turia, recibió al equipo y se fue al esquinazo en el que fueron ubicados los aficionados babazorros.

Pero el detalle del final del partido apenas se conoce y no se había hecho público. Un jugador del Aurrera comentó al Diario AS que había sido testigo de un hecho que resulta entrañable. Téllez entrenó a Abde Rebbach en el club rojillo de Vitoria y mantuvieron siempre una buena relación. Los dos son zurdos y seguro que el central le dio buenos consejos al argelino. Cuando terminó el partido, Rebbach se fue a la esquina de los aficionados, hizo bajar a Óscar a la parte baja de la grada y le regaló la camiseta del ascenso. Una vez más, el Druko no se la quiso quedar. Se la ha regalado a Ekaitz.