Oblak, parón para recuperar fuerzas

Jan Oblak ha vivido un inicio de curso agridulce. El guardameta esloveno fue recuperando sensaciones durante la pretemporada, hace meses acordó la renovación de su contrato hasta el año 2028 y se presentó parando un penalti contra el Numancia para dejar patente que el curso pasado solo había sido un borrón en su historial. Sin embargo, las lagunas defensivas del equipo y un golpe sufrido en San Sebastián han complicado de nuevo a un Oblak que tiene como uno de sus grandes retos pelear por su sexto Zamora, algo que no ha logrado nadie en la historia de LaLiga (también se encuentra a 29 partidos de Godín para entrar en el top-10 histórico del Atlético como el extranjero con más participaciones).

Por ese choque con Reinildo, Oblak ha ido arrastrando molestias y dificultades hasta en el simple hecho de lanzarse al césped. Forzó en el partido contra el Oporto y posteriormente tuvo que perderse los duelos ante Celta y Bayer Leverkusen, aquejado por el aumento de sus molestias. Minutos para Grbic y para ponerse a tono de cara a lo que viene. De nuevo, Oblak aceleró con el objetivo de poder disputar el derbi, pero nada pudo hacer ante dos llegadas del Real Madrid culminadas en el área pequeña. Tres tiros a puerta y dos goles encajados... de nuevo con esa sensación de impotencia vivida la temporada pasada en la que cada llegada desembocaba en el máximo peligro.

Hasta el momento, a Oblak le salen fácil las cuentas. Ha disputado seis partidos y ha encajado seis goles. Cinco encuentros de Liga, con cinco tantos en contra y uno en Champions manteniendo esa media de diana por duelo. La temporada pasada fue la primera en toda su etapa en el Atlético donde el promedio de goles recibidos fue superior a uno (43 en 38 encuentros). Algo tan poco habitual como deficitario para el equipo. En 366 partidos con el Atlético, Oblak ha dejado la puerta a cero en 177 ocasiones. Un promedio afeado la temporada pasada, cuando solo pudo hacerlo en 16 de los 57 encuentros que disputó.

Y, en los últimos meses, es muy complicado encadenar porterías a cero. Lo consiguió en mayo, cuando se quedó sin encajar contra Elche y Real Madrid y en marzo, ante United y Rayo Vallecano. Pero, en el caso de Oblak se antoja corto. Sin embargo, es momento para mirar al futuro con esperanza. Oblak pudo jugar con su selección ante Noruega dejando olvidados sus problemas físicos. Un error atrás le llevó a recibir el gol de Haaland, pero Eslovenia se hizo con el triunfo por 2-1. Y, cuando regrese a Madrid, se encontrará con la mejor noticia posible. Su gran amigo Savic completamente recuperado y Giménez culmimando también su proceso de rehabilitación. Con los dos centrales titulares de vuelta, todo es más fácil en el Atlético.